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Alimentos fermentados: kéfir de leche y zanahoria

¿Has probado a hacer alguna vez alimentos fermentados en casa? No dejes de probar este kéfir de leche y zanahoria, anota los pasos.

Propiedades y beneficios del kéfir

Lacto fermentación

Soja, fermentada o sin fermentar

Los alimentos fermentados son una fuente de probióticos, es decir, de microorganismos que ayudan a mejorar el sistema digestivo. En el caso del kéfir de leche, se trata de un producto hecho a base de leche y de búlgaros, una simbiosis de levadura y distintas bacterias. El resultado se obtiene a través de la fermentación, que suele tomar entre 24 y 48 horas, según la temperatura del ambiente. En este proceso los nódulos de microorganismos se alimentarán del azúcar de leche hasta conseguir ácido láctico.

El kéfir de leche, a diferencia del yogur, es más potente como probiótico y tiene un sabor más agrio. La ventaja de usar el kéfir para fermentar es que, si se le cuida correctamente, su uso es infinito. Este se puede realimentar con azúcar y guardarse tranquilamente en el frigorífico.

Además, en apariencia, los nódulos o búlgaros pueden recordar un poco a la coliflor, sobre todo cuando cumplieron su proceso de fermentación en la leche. Su textura es gelatinosa y pueden multiplicarse fácilmente en un espacio bien cuidado.

Ahora sí, a preparar esta saludable receta de kéfir de leche y zanahoria, que va perfecto para el otoño gracias a la combinación de especias.

Ingredientes:

Preparación:

  1. Para empezar, esteriliza un recipiente de vidrio que posea una tapa hermética.
  2. Vierte en él la leche entera y los búlgaros (o kéfir de leche) Tapa y lleva a un lugar cálido de la casa para que se fermente durante 24 o 48 horas.
  3. El resultado debe ser un fermento ligeramente espeso, con una apariencia similar al yogur. Si la leche no es de calidad, la mezcla se separará, dejando un color amarillento en el fondo y la leche cortada, encima.
  4. Cuando ya esté listo el kéfir, vierte todo sobre un colador y usa cuchara para ayudar a colar.
  5. Recoge los nódulos, lávalos y guárdalos de nuevo en su recipiente. Debes reserva con agua y azúcar dentro del frigorífico.
  6. Ahora, que ya tenemos el kéfir, échalo en la licuadora.
  7. Corta la zanahoria en trozos e incorpóralas, agrega el plátano, la miel y la vainilla, y el anís molido.
  8. Enciende y tritura bien hasta conseguir una mezcla homogénea.

Sirve este rico batido con kéfir de leche y zanahoria acompañado por trocitos de hielos. Puedes añadir un poco de canela encima para darle más sabor a otoño. Esta receta es súper sencilla, aunque la parte complicada está en encontrar el kéfir. Cuando ya lo tengas, puede reutilizar para seguir fermentando la leche, solo cuida que esta sea de buena calidad.