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Levántate OK | Suspenden el examen a una niña en Valencia por hacerlo en castellano

Hoy, Javier Cárdenas trata en Levántate OK el caso de una niña, una alumna de 14 años de un centro educativo de Valencia, que ha suspendido la asignatura de Geografía en el pasado curso solamente por hacer el examen en castellano -su lengua materna- y no en valenciano. La madre de la alumna había presentado una impugnación contra aquella penalización argumentada no por criterios de conocimiento de la asignatura, sino por el idioma.

Asimismo, también solicitó que se le entregaran los «criterios de calificación y corrección de asignaturas que vehiculan en valenciano». No tienen queja del centro educativo -en el que también está matriculado el hermano pequeño de esta alumna- y prefieren mantener el anonimato, con la única pretensión de que les dejen expresarse en su lengua materna en los exámenes «para no bajar el rendimiento», tal y como han argumentado en sus escritos ante la Administración.

Casos como éste nos recuerdan al de distintos centros de Cataluña, como uno en Tarrasa, donde se instaba a los docentes a comunicarse con las familias por gestos antes que en castellano, o el del colegio público en San Vicente dels Horts, que prohibió a la profesora de lengua castellana entrar en las aulas si no para impartir su clase de español. También en el 2010, la Asociación Nacional por la Libertad Lingüística denunció ante el Ministerio de Educación y el Partido Popular el caso de una niña valenciana de 10 años que fue suspendida por responder en castellano un examen que debía hacer en valenciano. Según la versión de la asociación, la estudiante, Natalia, que cursaba la línea en castellano de la educación valenciana y que tiene un expediente «brillante», realizó hace unos meses un examen de conocimiento del medio al que contestó en castellano, pero que estaba previsto que lo hiciera en valenciano.

La profesora de la niña la suspendió por no responder en valenciano. Ante esta situación, el padre de la chica comunicó la situación al director del cetro, que hizo «caso omiso». Después se lo hizo saber al inspector de Educación, «que le acusó de ir contra el catalán». Y, finalmente, lo puso en conocimiento de la Conselleria de Educación que, «esquivando el problema», le respondió que es el colegio el que decide las directrices educativas.