Opinión

Trampa para hoy y atraco para mañana

La trampa de Pedro Sánchez para frenar el coste del gas es sencilla de explicar: como este combustible no deja de encarecerse y llega la época del frío, el Gobierno ha ideado un plan para que durante seis meses los españoles no sufran en sus carnes el brutal incremento de la factura. ¿Y luego? Luego, los consumidores tendrán que pagar -a partir de abril- todo lo que las compañías no repercutan en las tarifas hasta esa fecha. El mecanismo oficial diseñado por los equipos de Pedro Sánchez recoge, para el último trimestre de este año, una subida máxima permitida del recibo del gas de entre el 5% y el 6% aproximadamente, con lo que los porcentajes trasladados al recibo final de cada consumidor oscilarán mínimamente dentro de esa horquilla. Como el precio de gas que repercute en el recibo ha subido un 40%, hagan el cálculo. La diferencia entre la subida prevista para el último trimestre (ese 6% antes mencionado y que es el tope marcado por el Ejecutivo) y el 40% de subida real da un diferencial de 34%, que es lo que se cobrará más tarde a los consumidores.

O sea, Sánchez nos va a dejar una hipoteca a seis meses vista de aupa. Para el primer trimestre de 2022, ese mismo sistema de tope legal dejará la subida real del recibo final del gas entre un 2,5% y un 3%. Con lo que el déficit seguirá creciendo de forma exponencial. Y el primer recibo en el que se empezará a cobrar todo lo acumulado y “adeudado”, como lo define literalmente el decreto, será el que se pague a partir de abril.

Si algún cándido piensa que los consumidores no pagarán de su bolsillo toda la subida, he aquí un punto del Real Decreto trampa de Sánchez que despeja todas las dudas: “En todo caso, no se podrá reducir el coste de la materia prima mientras existan cantidades pendientes de recuperar”, porque «no se podrá poner fin al procedimiento de recuperación de las cantidades adeudadas hasta que las comercializadoras de último recurso hayan recuperado la totalidad de las mismas, incluyendo, en su caso, los intereses correspondientes». Verde y con asas