Opinión

El TC alemán arruina el cuento de la lechera de Sánchez

Cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se disponía, en plena campaña electoral madrileña, a anunciar el reparto de fondos de la UE para utilizarlo como baza electoral con el fin de dañar políticamente a Isabel Díaz Ayuso, el TC alemán ordenaba al presidente, Frank-Walter Steinmeier, que no firmara la aprobación de los recursos que Berlín tenía que aportar al plan, lo que significa que sin el visto bueno de Alemania el reparto de la ayuda no se puede realizar. De modo que más retraso a un proceso que ya iba lento y que ahora puede demorarse varios meses. El retraso rompe el cuento de la lechera del presidente del Gobierno, que se las prometía muy felices con parte de los 80.000 millones de euros que iba a repartir a su antojo para utilizar las ayudas como instrumento de propaganda electoral.

Dado que hasta que el TC alemán no entre a analizar la cuestión de fondo -si el dinero de los alemanes puede ser utilizado en el reparto comunitario- el proceso no puede avanzar, las previsiones de que las ayudas llegarían en verano se diluyen y complican el escenario presupuestario del Gobierno, que había incluido parte de las mismas en las cuentas generales del Estado del presente ejercicio. Así que el Ejecutivo tendrá que hacer encaje de bolillos en un momento en que la economía española sigue sin dar señal alguna de revitalización. A Sánchez, el escenario económico se le complica y, por extensión, también el escenario político, con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, abandonando el Ejecutivo para poder hacer oposición al presidente desde fuera. Las desavenencias entre PSOE y Podemos se acentúan y, sin  recursos económicos, amenazan con ir a más.

Marzo no ha sido un buen mes para Pedro Sánchez: Ayuso le cambió el paso convocando elecciones anticipadas en Madrid; Iglesias amenaza con presentarle batalla, y ahora Alemania le complica el calendario al retrasar el reparto de fondos.