Opinión

Situaciones extremas, retratos incontestables

Todos estamos de acuerdo en que en las situaciones más extremas es cuando uno realmente se retrata. Y afortunadamente, los españoles estamos dando la talla: solidarios y responsables, sin perder nunca nuestra esencia: somos unos disfrutones.

Sin embargo, toda regla tiene su excepción. En esta crisis del coronavirus (sanitaria, económica, laboral, social, etc.) la principal excepción, por no decir la única, está siendo este gobierno socialcomunista, indigno por estar más centrado en sus luchas de poder interno  que en gestionar esta crisis.

Permítanme que hoy dedique esta columna a señalar algunas de las grandes mentiras de este gobierno, bien sea por engaño directo o por contar medias verdades.

No sé a ustedes, pero a mí la rueda de prensa del martes de Sánchez me recordó a cuando uno compra en una web de esas chinas: la foto de producto sería, por ejemplo, el plan que presentó el presidente Macron el lunes, contundente y cubriendo todos los campos de la economía francesa, y lo que nos llegó es el plan Sánchez: un churro y de los malos. Vamos, un timo.

Ha sido fraudulento por muchos motivos. En primer lugar, nos quiso hacer creer era él quien prohibía los desahucios, cuando éstos ya habían quedado paralizados de facto por el cierre de los juzgados. En segundo lugar, se llenó de orgullo al anunciar que el Estado pondría 200.000 millones de euros encima de la mesa para paliar los efectos del virus. Otra falsedad. Casi el 50% de este montante proviene del sector privado, pero es que la otra mitad son préstamos del ICO, por lo que al Estado sólo le supondría un coste en caso de impago de los mismos. Y así un largo etcétera.

También nos están engañando con las cifras de contagiados y fallecidos. Y no lo digo sólo porque dependiendo de con quién hables dentro del Gobierno y su gabinete de crisis los números bailan. Lo digo también porque nos están ocultando información tremendamente relevante para que nos podamos hacer una idea propia sobre su gestión.

Faltan los datos disagregados, es decir, saber por género, rango de edad u otros criterios el número de afectados. A mí me gustaría saber, por ejemplo, cómo está el porcentaje de contagios por géneros en los días posteriores a la manifestación del 8M, especialmente en Madrid.  O saber el número de contagios y fallecimientos por rangos de edad, pues el Gobierno sigue diciendo que esto afecta fundamentalmente a personas mayores y con patologías previas, algo que cada vez más testimonios del personal sanitario contradicen.

Pero el último engaño y más grave, es decir que el material sanitario se está repartiendo según el principio de equidad. Sin embargo, se intuye que las comunidades que tienen el mismo color político que el gobierno central, están recibiendo un trato preferencial.

De confirmarse esto, sumado a las acusaciones realizadas hoy por la Presidenta del Gobierno de Madrid, Díaz-Ayuso, sobre la retención en aduanas de material sanitario comprado por su comunidad, se establecería un patrón en la gestión que Sánchez y sus cómplices están realizando de esta crisis: temerario y partidista.

Afortunadamente, todavía tenemos motivos por los que congratularnos. Como decía al principio, el comportamiento de los españoles está siendo inmejorable a todos los niveles. Y esto es lo que nos define y con lo que debemos quedarnos, los comportamientos individuales de todos y cada uno de los ciudadanos.

¡VIVA ESPAÑA!