Opinión

Sánchez le entrega al fugado lo que quiera

  • Teresa Giménez Barbat
  • Escritora y política. Miembro fundador de Ciutadans de Catalunya, asociación cívica que dio origen al partido político Ciudadanos. Ex eurodiputada por UPyD. Escribo sobre política nacional e internacional.

He visto calificar de «esperpento» lo vivido este miércoles 10 de enero de 2024 en el Congreso de los Diputados. Y está bien traído. Un calificativo fuerte, sí, pero que nos está dejando sin reservas, pues la degeneración no va a cesar por ahora. La obsesión de Sánchez por seguir en Moncloa y la de Puigdemont y sus secuaces por volver a mandar en Cataluña va a propiciar una legislatura de la que veremos si podremos recuperarnos.

Como decimos, lo del miércoles fue un espectáculo de pornografía política. Ya no sabíamos qué iba a bajarse más este gobierno. Ya no le quedaban faldas, pantalones, calzoncillos ni bragas. ¿El botín de Puigdemont?: la supresión del artículo 43 bis de la Ley de Enjuiciamiento Civil, la entrega de las competencias integrales a Cataluña en materia de inmigración y la reforma de la ley de sociedades para que las empresas vuelvan a Cataluña. ERC, el PNV, Bildu o el BNG se debieron quedar con cara de tontos. Encima, la delegación de las competencias en inmigración se decidió a espaldas de ERC, que gobierna la Generalitat.

Podríamos haber sospechado que el tema de la inmigración y la inseguridad iban a caer. Silvia Orriols había incomodado a Junts en algún momento, pero este 2024 se hablará y mucho de estos temas. Es lo único en lo que no me voy a meter, pues es un problema que clama al cielo. No sólo en España y Cataluña.  Es acuciante en Europa y toda la parte occidental y «buenista» del mundo. Han tardado, sí. Y ha llegado por puro oportunismo político, pues  Junts ha encontrado ahí un filón. Porque lo que ha hecho Puigdemont es asumir el discurso de Orriols dejando cuajados a los de ERC y a la derecha españolista catalana.  Pero ya se sabe que si una cosa la dice Ignacio Garriga es facha y si la dice Puigdemont es un mensaje progresista y de resistencia.

¿Es una ocurrencia repentina lo de Junts? Podría parecerlo porque, no hace mucho, Puigdemont estaba en un no radical a todo y aseguraba que Sánchez «no sería primer ministro con los votos de Junts». Pero, ah, ¡qué bien han venido los siete diputados!  Van a volver al «candelabro» con despliegue de fuegos artificiales. Sánchez lo ha puesto a huevo para tener una excusa para pactar con «España» sacando provecho.  Hasta el votante más independentista lo verá con buenos ojos: ¡humillad a España y sacadle los hígados!. El expresidente Torra puede arrugar la naricita pero los expresidentes Mas y Pujol se frotan las manos con todo ello: ¡molt bé, noi!

Y mucho mejor aún que fastidiar a los castellanos es pasar el rodillo sobre ERC. A nadie odias mas que al vecino. El giro de Junts puede hundir a ERC. Con la votación de ayer, el votante catalán independentista ve a un líder que, vale, se fugó en el maletero de un coche. Pero ahora le arranca las españolistas entrañas al Gobierno. Ni Junqueras ni Aragonés se han pronunciado en Twitter. Los presupuestos de este último dependen del PSC, recuerden.  El auténtico objetivo son las elecciones autonómicas y el resto hojarasca. Por mucha rabia que nos de, ya veremos en que se concretan los triunfos de Puigdemont. Según dicen los expertos, los riesgos sobre la amnistía son los mismos aunque se suprima el 43 bis. Y las empresas no van a volver. En todo caso se irán también de España las que puedan si se ponen así de estúpidos. Y el traspaso de la inmigración… va para largo, pues dependemos también de Europa.

Lo único, eso sí, que todo esto ha disparado las ventas de antiácidos. Por lo menos, que yo sepa, Grifols no los fabrica. Que les den.