Opinión

Referéndum en Las Hurdes

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Mientras algunos ayuntamientos gobernados por la izquierda dedican el dinero de los contribuyentes a mascaradas malversadoras para “informarse” de lo que sus vecinos piensan acerca de la monarquía, los Reyes Felipe y Letizia se daban un baño de multitudes en Las Hurdes, aquel antaño icono histórico que reflejó una España negra, pobre y en decadencia.

He visto las imágenes de esa visita –incluso en televisiones no precisamente proclives a la institución- y modestamente creo que no hay mejor referéndum que, además, ha salido gratis.

La izquierda española perdió el oremus tras la caída del Muro de Berlín; se aferró entonces a un rally populista en Iberoamérica que fracasa en su objetivo máximo de convertir en ricos a los pobres, pero gana en el capítulo de convertir a los ricos en pobres. En España creen haber encontrado en el combate contra el Rey su razón de ser, aún a sabiendas de que hay una clara mayoría de ciudadanos a los que ese asunto les importa tanto como una higa. Están en ganarse el pan todos los días, cosa que ese pan lo tienen asegurado los que perpetran tamaños ejercicios ridículos porque están instalados en la mamandurria pública.

Nada tengo contra esos referéndums absurdos, siempre y cuando se haga con el dinero de los propios bolsillos. Habría que hacer muchas consultas “informativas” en este país, entre ellas, si es justo, progresista y decente que se utilice a “funcionarios” a dedo, con nivel 30, para ocuparse de la crianza de los hijos de las ministras. O también si se deben utilizar los bienes públicos para escapadas weekend so pretexto de asistir a tomas de posesión de conmilitones caribeños o si se puede cobrar indemnización  como ex alto cargo (8.000 euros al mes por 24 meses) cuando se perciben ingresos por la actividad profesional como comentarista en medios públicos o privados. ¿Era esto lo que quería la «gente»?

Existe una ultraizquierda republicana que le viene muy bien al Rey para apuntalarse en el trono. Cosa distinta es que pudiera abrirse un debate serio, riguroso, calculadora en mano, para concluir si es más útil para todos contar en la jefatura del Estado con un monarca o un presidente de la república.