Patada de Prohens a Vox en el trasero de los votantes del PP
Resulta difícil de explicar que el PP balear de Marga Prohens, presidenta del Ejecutivo autonómico, haya decido salvar la socialcomunista Ley de Memoria Democrática, una norma que sólo reconoce a las víctimas del franquismo y que se ha convertido en el instrumento preferido del Ejecutivo de Pedro Sánchez para dividir a la sociedad española. Y no se entiende, porque fue el propio PP quien hace unos meses anunció que apoyaría las propuestas de Vox para derogar la ley autonómica por crear «rencor y división» entre españoles.
La coherencia brilla por su ausencia, porque si los populares han sido críticos con la norma por razones obvias, no tiene mucho sentido -por no decir ninguno- que la respuesta a la ruptura promovida por Vox como consecuencia de la negativa de Prohens de no incluir el español como lengua vehicular en la enseñanza, manteniendo la exclusividad del catalán, sea vengarse ahora de la formación de Abascal llegando a un acuerdo con la izquierda para no derogar la Ley de Memoria Democrática de Baleares a través de una vergonzosa abstención.
Lo más irritante para los votantes de derechas es comprobar cómo el PP balear le hace el juego a la izquierda. Y no es la primera vez. Prohens justifica su abstención con el argumento de que deja a la izquierda «los debates del pasado», pero se lava las manos ante un asunto en el que permite al socialcomunismo seguir imponiendo su sectaria estrategia. Si para castigar a Vox, Prohens confunde a sus votantes con una abstención que sólo beneficia «a los debates del pasado de la izquierda», el PP balear corre el riesgo de que su estrategia política resulte incomprensible. Más aún cuando Prohens ha insistido en reconocer que la derogación de la Ley de Memoria no era una prioridad, aunque «no veían problema» en su liquidación al considerar que la ley de fosas cumplía con las mismas necesidades. Ya que hablamos de Memoria no estaría mal que Prohens tirara de la suya para recordar cómo son sus votantes, porque a veces da la sensación de que les tiene olvidados.