Opinión

Otra ‘manada’ de razones para mostrarle la puerta de salida al socialcomunismo

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Navarra podría dar la puntilla a la ley del sólo sí es sí al mostrarse, en principio, favorable a rebajar la pena a Ángel Boza, el único miembro de La Manada de Pamplona que ha solicitado que se le apliquen los beneficios penales de la norma aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez. Fuentes judiciales consultadas por OKDIARIO aseguran que, actualmente, dos de los magistrados que forman el tribunal que deberá revisar el recurso de apelación abogan por una rebaja de la condena, en cuyo caso otros condenados de La Manada de Pamplona podrían seguir sus pasos. Sería la apoteosis de la ignominia, porque la ley del Ministerio de Igualdad, que se hizo precisamente para evitar casos como el de La Manada, habría terminado por convertirse en la mejor aliada de sus integrantes.

El tribunal que debe resolver está formado por el presidente del TSJ de Navarra, Joaquín Galve; el magistrado Francisco Javier Fernández Urzainqui y la magistrada Esther Erice Martínez, esta última perteneciente a la asociación profesional Juezas y Jueces para la Democracia, la misma a la que pertenece Victoria Rosell, juez de carrera que aparcó la toga hace años para dedicarse a la política con Podemos. Pues bien: los dos magistrados sopesan tener que rebajar la condena al miembro de La Manada por la Ley Montero, pese a la presión a la que son conscientes que van a tener que hacer frente para defender su rigor y su independencia en el fallo, frente a los sectores de izquierda que acostumbran a tildar de «machistas» las resoluciones judiciales. Si así fuera, la culpa no sería, en ningún caso del tribunal, sino de un Gobierno de incapaces que parió una norma que ha tenido consecuencias funestas: más de mil agresores sexuales han visto ya rebajadas sus penas y varias decenas han sido puestos directamente en libertad. Cabe recordar que los jueces de la Sala Segunda del Alto Tribunal aumentaron considerablemente la pena que les habían impuesto los tribunales navarros y fijó la definitiva dentro de una horquilla que iba desde los 14 años y tres meses hasta los 18 años. Sin embargo, con la actual ley del sólo sí es sí, el escenario cambia considerablemente en beneficio de los violadores condenados. Si la ley del sólo sí es sí termina beneficiando a los miembros de La Manada, sólo cabría decirle al socialcomunismo en las urnas, alto y claro, que «no es no».