Opinión

Oriol Junqueras sigue siendo un golpista

Con el fin de distorsionar las negociaciones entre PSOE y ERC y blanquear la imagen de Oriol Junqueras, condenado a 13 años de cárcel por sedición, la decisión del  Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre su inmunidad está siendo interpretada de manera falaz y torticera.  Que el Tribunal considere que Junqueras tenía que haber gozado de todas las prerrogativas inherentes a su condición de diputado europeo no significa que el escenario de condena y permanencia en prisión pueda verse alterado. Junqueras es un golpista que está en la cárcel por subvertir el orden constitucional y la decisión del Tribunal europeo no cambia la gran cuestión de fondo. Cosa distinta es que lo ocurrido en las últimas horas trate de ser aprovechado políticamente por el separatismo para forzar al PSOE a claudicar ante sus exigencias.

Y ese escenario, el de la utilización política en las negociaciones que mantienen socialistas y separatistas, es el que provoca alarma. Lo que sería de una gravedad extrema es que Pedro Sánchez utilizara las decisiones del Tribunal europeo para lavar  la imagen de los golpistas y proseguir con su estrategia de cesión ante el chantaje de los independentistas. Eso sería una traición a la dignidad de España y de los españoles y la prueba del nueve de que en el proceso de degradación institucional en el que está inmerso el socialismo Sánchez utiliza como coartada la sentencia del tribunal de Luxemburgo para justificar su claudicación ante los enemigos declarados de España.

Hay que reiterar una y mil veces, y más en estos momentos en los que el separatismo manipula con indudable mala fe la resolución judicial europea, que Oriol Junqueras y el resto de condenados son golpistas. Y que nada cambia desde el punto de vista judicial y penitenciario. Cosa distinta es que Sánchez aproveche la actual coyuntura para blanquear a los golpistas y ganarse su apoyo para seguir en La Moncloa.