Opinión

¿No sería más fácil -y mucho más barato- poner a los okupas de patitas en la calle?

Ahora resulta que las modificaciones al decreto que prohibía desalojar a okupas e inquiokupas que alegaran vulnerabilidad social -una incitación en toda regla al fraude que ha movilizado a las mafias- pasan porque el Estado compense también a los propietarios perjudicados, aunque para que eso ocurra habrá que esperar a que el okupa o el inquiokupa tenga a bien desalojar la vivienda. La compensación del Estado al propietario se producirá cuando se lleve a cabo el desalojo, pero como los procedimientos judiciales están colapsados, la única solución es recurrir a empresas de desokupación o pactar con los okupas.

El parche del Gobierno tiene otra derivada: ¿Por qué los impuestos de los españoles tienen que emplearse en cubrir parte de los daños económicos causados por los okupas? Quienes siguen en una situación privilegiada son ellos, porque ahora tienen un doble blindaje: el fraudulento empleo que muchos de ellos hacen de la vulnerabilidad social y el hecho de que las indemnizaciones a los propietarios se produzcan cuando recuperen sus viviendas, lo que les sitúa en una posición de fuerza. Un disparate.

Esto del «escudo social» del Gobierno es una auténtica estafa. Lo que se impone no son parches que siempre benefician a los enemigos de lo ajeno. ¿Pero qué problema hay para poner de patitas en la calle a los okupas sin necesidad de perder tanto tiempo y dinero? En otros países, cuando alguien denuncia que le han entrado en su casa la Policía se persona en la vivienda y requiere a las personas que están dentro a que demuestren que son los propietarios o están en régimen de alquiler. Si no pueden, son desalojados de inmediato.

España es diferente, porque tenemos leyes que son toda una incitación a la okupación, además de un negocio para las mafias. Si el okupa o el inquiokupa sabe desde ahora que el propietario será indemnizado con dinero público cuando abandone la vivienda, okupará con una tranquilidad absoluta. Mayor incluso que antes. Surrealista.