¿No hay 25 millones para Valencia y sí para Gaza?

Resultan de una frialdad apabullante los argumentos con los que el Gobierno ha despachado una proposición de ley del PP para dotar de agilidad y eficacia las ayudas para paliar los efectos derivados de la tragedia de la DANA. Los populares habían planteado una serie de medidas orientadas a potenciar la reconstrucción de las zonas devastadas, así como un conjunto de propuestas de carácter laboral y en materia de vivienda que resultan de lo más razonable. El coste de la iniciativa, entre lo que debería aportar el Estado y lo que se dejaría de ingresar, superaba ligeramente los 700 millones de euros, una cantidad que, aunque importante, parecía asumible a tenor de la magnitud del desastre y las consecuencias que ha tenido para miles de damnificados.

Pues bien, lejos de tener en cuenta alguna de las medidas planteadas por el PP, como la de realojar en viviendas públicas de nueva construcción a las familias que tuvieron que ser desalojadas de sus hogares -con un coste para el Estado estimado en 25 millones de euros-, el Gobierno contesta del siguiente modo: «La proposición de ley es susceptible de producir en los Presupuestos Generales del Estado tanto una disminución de ingresos como un incremento, por lo que el Gobierno no presta la conformidad para su tramitación».

Así, en tres líneas, tumba la iniciativa del PP que tiene un coste, qué casualidad, igual en este caso al importe de las ayudas concedidas por el Gobierno para Gaza. Nada que objetar a esta ayuda, pero la pregunta es inevitable: si se dispone de 25 millones de euros para ayudar a la reconstrucción de Gaza, ¿cómo es posible que el Gobierno de Pedro Sánchez niegue esa misma cantidad para ayudar a las personas que perdieron sus viviendas en la tragedia de la DANA? Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en ese caso parece evidente que lo son. ¿Gaza, sí; Valencia, no? Sencillamente obsceno e inexplicable.