Opinión

Montero tiene 243 razones para dimitir, pero sigue culpando a jueces y a la prensa

Los efectos de la ley del sólo sí es sí, impulsada por Irene Montero, son demoledores y de largo recorrido: este viernes, 40 agresores sexuales han visto rebajadas sus penas y uno de ellos ha sido puesto en libertad. Ya van 243 reducciones de condena y 20 excarcelados, balance provisional de una norma que se ha convertido en la mayor aliada de los violadores. Y, sin embargo, nadie en el Ministerio de Igualdad ha renunciado a su cargo y, por supuesto, Pedro Sánchez, mantiene en su puesto a Irene Montero, tal vez porque sea consciente que hacerlo significaría tanto como censurarse a sí mismo, porque nadie en el Ejecutivo socialcomunista alzó la voz para advertir de las consecuencias funestas de la ley.

La Audiencia Provincial de Madrid ha rebajado un total de 41 sentencias de agresores sexuales por la aplicación de la norma, 22 de ellas este viernes. A esto hay que sumar las dos rebajas que se han registrado en Canarias. La primera, la de un hombre condenado a cinco años de cárcel por abuso sexual cometido sobre una menor de 16 años. La segunda  ha provocado la excarcelación de un hombre condenado a 12 años de cárcel por agresión sexual con la atenuante de drogadicción. El agresor fue condenado en 2011 a 12 años de prisión por un delito de agresión sexual, a tres por un delito de lesiones y a un año por un delito de atentado a agente de la autoridad (que el Tribunal Supremo rebajó a seis meses). Ya está en la calle, porque con la aplicación de la nueva norma su condena pasa a ser de 7 años, un tiempo que ya ha pasado en prisión. En Valencia, igualmente, se han notificado otras 16 rebajas de penas.

Si alguien albergó la esperanza de que los responsables de este desaguisado harían autocrítica, se equivocó de cabo a rabo. Ni la más mínima. Ya saben: la culpa la tienen los jueces y la «prensa antifeminista».