Opinión

Iglesias, un vendedor de alpargatas usadas

Arrimadas (Cs) logró lo que se propuso: centrar a Sánchez (PSOE), mental y políticamente en Babia, logrando devolver a Iglesias (Podemos) a su hábitat natural, el pozo negro. Tal vicepresidente 2º apenas aporta confusión al Gobierno y a la legislatura, pues sólo le interesa enhebrar bulos e inventarse escándalos ajenos para que no se hable de los escollos judiciales en los que ha encallado, desde la caja B de su partido, hasta el indecente caso Dina, sin olvidar las mil purgas a las que somete a cuantos se oponen a sus enloquecidos cambios de rumbo y a los que este revolucionario de chicha y nabo liquida con traiciones. Arrimadas ya alertó a Sánchez de lo nocivo que sería para el futuro de España tan inservible socio de coalición que, aparte de estar muy, pero que muy mal visto por la UE, pacta con gente como Otegui o Torra a sus espaldas.

Un traidor puede enmendarse, más un tipejo con la mala calaña de Iglesias busca destruir el Estado, sin importarle hacer un irreparable daño a la masa social, pues quiere enriquecerse a su costa impulsado por el vomitivo ánimo bolivariano que nutre su alma. Es un bicho sin principios que con su odio se empeña en jodernos a todos. Sánchez, afortunadamente, gracias a los consejos de Arrimadas, se ha dado cuenta a tiempo de que ha elegido al más aciago y nefasto socio posible para una coalición que se va a pique, también por fortuna. Iglesias, un vendedor de alpargatas usadas, un trilero de tomo y lomo, ahora quiere hacernos creer que la Justicia existe, porque él la domina. Su pareja, Irene Montero, le apoya a muerte. Han decidido sacar del mapa político a Sánchez y a Felipe VI. Ya se ven como los nuevos embajadores de Bolívar en España.

Con lo que estamos pasando debido a una absoluta crisis económica, a una multiplicación gigantesca de los rebrotes, sólo faltaba que este par de necios agitadores empezaran a blandir banderolas republicanas, que no arreglan nada y lo empeoran todo. Podrían dedicarse a explicar sus ingentes ingresos y dejar de cabrearnos.

La vicepresidente 1ª del Gobierno, Carmen Clavo, ha descartado la hipotética celebración de un referéndum sobre la Monarquía: “La Jefatura del Estado no está en cuestión”. ¿Qué no han entendido Iglesias y su pareja de lo que dijo la vicepresidenta 1ª? ¿Por qué el par de infradotados aludidos no se va a contar dineros, ganados sin sudor, a la dacha de Galapagar?