Opinión

El Gobierno utiliza al Ministerio de Defensa contra Ayuso

Es difícil de entender los argumentos esgrimidos por el Ministerio de Defensa para vetar el desfile militar del Dos de Mayo en Madrid y de vetar a Isabel Díaz Ayuso en una jura de bandera de civiles en Alcobendas, donde precisamente la presidenta madrileña juró bandera hace siete años. Y decimos que los argumentos de Defensa son muy pocos convincentes porque el desfile militar del Dos de Mayo forma parte de una larga tradición. Ampararse, como dijo Margarita Robles, en que el Ejército no puedo desfilar a los acordes de un pasodoble es una excusa que no se tiene en pie. Por cierto, hay himnos militares que son símbolos del pasodoble, ministra. Sobre el veto a Ayuso en Alcobendas hay poco que decir, salvo que es un ejercicio supremo de sectarismo. Por cierto, invocar la normativa para que la presidenta madrileña no presida el acto tendría sentido si no fuera por el nimio detalle de que la ministra de Defensa no puso problema alguno en que la entonces presidenta de Baleares, la socialista Francina Armengol, hoy presidenta del Congreso, presidiera la celebración de la Pascua Militar en la isla. En Asturias, el socialista Adrián Barbón presidió la parada militar en la festividad de la Inmaculada Concepción.

Ejemplos hay muchos, por lo que parece obvio que el Gobierno ha utilizado al Ministerio de Defensa para combatir a Díaz Ayuso, algo que no encaja en el perfil de la ministra Margarita Robles, que parece haber sido llamada a filas por Pedro Sánchez y obligada a ponerse en primera posición de saludo. Lo cierto es que resulta una infamia la manipulación política que el PSOE está haciendo del Ejército, utilizado por el sanchismo como instrumento partidista. Lo que faltaba es que Pedro Sánchez recurriera a las Fuerzas Armadas, con la anuencia de Margarita Robles, para combatir a la presidenta madrileña. Una vuelta de tuerca más del autócrata en su voladura de las instituciones democráticas.