Opinión

La garita de los guardias civiles en Lanzarote, peor que la caseta del perro

Para blindar la seguridad del ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y su familia durante sus dos meses de vacaciones en Lanzarote, el Ministerio de Interior de Fernando Grande-Marlaska ha diseñado un operativo dotado de varios agentes de la Guardia Civil que trabajan «a oscuras» y no pueden utilizar el baño.

No hay luz y el inodoro de la pequeña garita donde hacen guardia lleva  «casi dos semanas, desde el pasado 26 de agosto, a rebosar de orines y excrementos y no se le ha vaciado el depósito». El urinario se encuentra en condiciones insalubres, y el generador que aporta luz de noche se estropeó recientemente.

Zapatero y su mujer permanecerán en Lanzarote hasta el próximo 10 de septiembre, por lo que a los agentes todavía les quedan unos días de tortura. La seguridad corrió en un principio a cargo de 20 agentes procedentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de Tenerife, que fueron sustituidos por una decena de agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de Las Palmas, en Gran Canaria, que estuvieron hasta este miércoles por la noche. Desde entonces, quienes blindan a Zapatero son  agentes de Seguridad Ciudadana de Lanzarote. «Una medida que repercute negativamente en la seguridad ciudadana de la isla, al tener una patrulla menos de servicio», denuncian las citadas fuentes policiales.

Dos guardias civiles vigilan la villa del ex presidente desde una pequeña caseta prefabricada, ubicada en una zona natural protegida. Es un habitáculo minúsculo e insalubre, más propio de una nación tercermundista. Es ahí donde los guardias civiles tienen que trabajar en condiciones indignas, sin las más mínimas garantías de higiene, seguridad o descanso. Lo más parecido a la caseta de un perro. A menudo se emplea el dicho «en peores garitas hemos hecho guardia», pero viendo las imágenes que hoy ofrece OKDIARIO habrá que convenir que peores garitas que esta son difíciles de encontrar.