Opinión

Falta de garbo en la economía española

Los datos que conocemos sobre el Producto Interior Bruto en el año 2016 indican que el total del mundo asciende a 67.659 billones de euros. La primera potencia es, cómo no, los Estados Unidos, con un PIB de 16.772 billones de euros, seguida de China, cuyo PIB ascendió a casi 9,8 billones, y en tercera posición aparece Japón con cerca de 4,5 billones de euros. Entre América, la del Norte y concretamente Estados Unidos, y Asia, con sus dos colosos, China y Japón, dominan el mundo, aportando el 46% del Producto Interior Bruto de 2016.

¿Qué papel juegan en el concierto económico mundial las, para nosotros, grandes potencias europeas? Alemania, con un PIB de 3,1 millones de euros, ocupa el cuarto puesto seguida de Reino Unido, en trance de abandonar nuestra Unión Europea, con un PIB próximo a los 2,4 billones de euros y después Francia cuya economía alcanzó en el pasado año los 2,2 billones de euros. Por consiguiente, nuestras tres primeras referencias europeas van a continuación en el desfile de los grandes países por volumen económico y Europa no tiene a ningún representante en el podio del año 2016. Si seguimos viendo el ranking económico mundial de 2016, en la séptima posición aparece India, rayando ya los 2 billones de euros de PIB, por delante de Italia cuya economía se eleva a 1,672 billones de euros.

Una serie de países pujantes en términos económicos son los que preceden a España. Brasil, con sus más y sus menos políticos y tufos de corrupción, cuyo PIB parece estancado en 1,6 billones de euros; Canadá, siempre ahí, con cerca de 1,4 billones de PIB; Corea del Sur, crisol de esfuerzos, empuje, ganas de trabajar y afanes de superación, con 1,2 billones de euros; Rusia, en su permanente encrucijada, con casi 1,2 billones y Australia, cuya economía marca un PIN de 1,137 billones de euros. En la decimocuarta posición, donde está anclada desde 2014, se encuentra nuestra España cuyo PIB, a pesar de los triunfalismos y algarabías sobre lo excelente que resultó ser el año 2016, rompiendo todos los registros habidos y por haber y marcando estilo en cuanto a recuperación económica, se queda en 1.113.851 millones de euros, es decir, un poco por encima de 1,1 billones.

Por detrás nuestro, México, Indonesia, Turquía, Holanda, Arabia Saudí, Suiza, Argentina, Taiwan, Suecia, Nigeria y Polonia, completando así la lista de los 25 grandes países en materia económica. La realidad española, dejándonos de histrionismos, no es para lanzar cohetes a la vista de los resultados de 2016 y confiando en que la posterior revisión que el Instituto Nacional de Estadística lleva a cabo en septiembre de cada año sobre el PIB del anterior, no depare, como en los últimos septiembres, desagradables sorpresas que rebajen el peso de nuestra economía. España permanece, en la liga económica mundial en uno de esas posiciones que suenan a mediocridad. Los optimismos sobre la marcha de la economía española, con bombo y platillo desde los estamentos oficiales, no se corresponden con lo que ha dado de sí. Muchos confiaban en que 2016 superaría en PIB, a precios corrientes de mercado, al histórico año 2008, cuando se alcanzó una cifra de 1.116.207 millones de euros. Y se pensaba antes de conocer los datos de 2016 que nuestra recuperación laboral sería espectacular. Tampoco ha sido así. La economía española, en definitiva, va tirando, tirandillo… Conviene ahondar un poco en el porqué de nuestra falta de garbo económico.