Opinión

ETA ha ganado, las víctimas y España han perdido

Han sido y siguen siendo días de mucho dolor. Sensación de que perdimos la juventud luchando contra ETA y que, dado el resultado, la perdimos para nada, que todo esfuerzo ha sido inútil. Me explico: Hace 20 años, los que hacíamos política en el País Vasco teníamos el respaldo y cariño de toda España. Así lo sabíamos porque así los sentíamos. Tuvimos un Gobierno de España valiente que no se doblegó ante la amenaza de ETA y que puso toda la fuerza del Estado de Derecho en conseguir el objetivo de derrotar a ETA.

Podríamos haberlo conseguido. Derrotarlos total y absolutamente. Sólo había que seguir en la misma senda. Cuando las convicciones son firmes, merece la pena. Pero por lo que parece, las convicciones no eran lo suficientemente firmes. La ética se convirtió en estrategia y 20 años después lo que pedíamos las víctimas del terrorismo —que es memoria, verdad, dignidad y justicia— lo han convertido en falsa reconciliación y tabula rasa.

Los españoles hemos tenido que soportar 1.000 asesinatos de la banda terrorista, miles de familias destrozadas, heridos, secuestrados, extorsionados y una sociedad enferma de cobardía, de miedo y de falta de libertad. ¿Para qué? Pues parece que para nada. Hoy el brazo político de ETA está en las instituciones. El proyecto de ETA ha sido legitimado y los asesinos que lo conforman se pasean tranquilamente por las calles de las ciudades.

Las víctimas del terrorismo no tienen una sola placa que los recuerde en la vía pública. El PNV sigue gobernando y su descomunal responsabilidad en la historia ha sido blanqueada gracias, entre otros motivos y por citar sólo el último, a su codiciado voto a los Presupuestos Generales del Estado. ETA ha ganado. Las víctimas y España han perdido. Estamos asistiendo a unos días que no merecíamos y que difícilmente hubiéramos imaginado. Game Over.