Está obsesionado con OKDIARIO
Pablo Iglesias se viste de Hugo Chávez en su relación con los medios críticos. El venezolano daba dos salidas a las empresas del sector: servidumbre o cierre. Durante los 18 años que duró su mandato, el dictador clausuró decenas de medios de comunicación. Así de democrático, progresista y conciliador era el padre espiritual y doctrinario de los populistas españoles. Afortunadamente, Iglesias carece de ese poder y es, en sí mismo, el retrato de un líder menguante. Un hombre tan cuestionado en su propia formación —Teresa Rodríguez dice que es un «chantajista emocional»— que ha provocado una escisión de facto. El líder peor valorado de los cuatro grandes partidos según el último barómetro del CIS. No obstante, como fiel correligionario del chavismo militante, comparte los mismos tics: «Los medios de comunicación tienen que tener control público», dijo en 2014. Un pensamiento que ha desarrollado hasta la obsesión durante los últimos años. OKDIARIO ha sido de las pocas publicaciones que se han atrevido a informar libremente sobre él. El precio por ejercer esa libertad ha sido alto: vetos en las televisiones a su director Eduardo Inda y purgas a los propios miembros de Podemos que han hablado con este digital.
El último ejemplo lo encontramos este jueves. La dirección de Podemos ha impedido el acceso a su sede a los críticos de Extremadura. ¿Motivo? Haber denunciado en esta página el puño de hierro que tanto Pablo Iglesias como sus ejecutores Pablo Echenique o Gloria Elizo utilizan contra los disidentes. Al caudillo de Podemos nunca le ha gustado ni la crítica ni el análisis cuando son contrarios a su figura. Libertad de expresión, sí, pero «regularizada», como él mismo dice. Dos conceptos que se repelen por puro antagonismo. OKDIARIO no tiene la culpa de la nula democracia interna que rige Podemos. OKDIARIO no es responsable de las purgas a los simpatizantes de Errejón. OKDIARIO no tiene nada que ver con el show público exhibido por los morados en las redes sociales ni con un sistema de votación en las primarias propio de una república bananera. Tampoco con que utilicen el Comité de Garantías como una suerte de tribunal inquisidor contra aquéllos que desafían el statu quo impuesto por el aparato del partido. El único pecado de OKDIARIO es practicar la máxima del genio británico Eric Arthur Blair, más conocido como George Orwell: «Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que se publique. Todo lo demás son relaciones públicas».