Opinión

Decálogo de los beneficios del coronavirus

Los hombres pecamos mucho más por torpeza que por malicia. Quizás este comienzo suavice un poco el desgobierno de la situación tan crítica que vivimos. Para aliviar un poco la tragedia mundial que ensombrece el inicio de estos años veinte, haré uso de mi incorregible optimismo congénito, con la ilusión de que pueda servir para alegrar un poco la vida de alguien que esté afectado seriamente por esta pandemia que nos acecha.

En diez puntos, voy a intentar establecer la belleza de este infortunio, pues soy de las que piensa que en todo lo que pasa, si se sabe buscar, hay un resquicio de hermosura, que puede hacer que los dramas sean menos terribles. Escribo con la mejor de las intenciones y con todo el respeto, el apoyo y el cariño hacia las personas afectadas de todo el mundo.

Si alguno de estos puntos le ha servido a alguien para ver el vaso medio lleno, pues me hará muy feliz porque ése es el único motivo por el que los he esbozado. Mucho ánimo a todos.