Opinión

Davos: realismo y prudencia

  • José María Rotellar
  • Doctor en Economía. Ex viceconsejero de Hacienda y Política Económica de la Comunidad de Madrid. Profesor del Colegio Universitario Cardenal Cisneros y director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria. Escribo sobre economía y política.

La semana pasada se desarrolló la asamblea anual del Foro Económico Mundial, también conocido como Foro de Davos al tomar el nombre de la localidad suiza donde tiene lugar. En dicha reunión, se dan cita los principales dirigentes políticos, financieros y empresariales de todo el mundo para analizar la marcha de la economía mundial, sus retos, sus fortalezas, sus oportunidades, sus amenazas y sus debilidades.

Al tiempo que se celebraba dicha asamblea anual, tuvimos conocimiento de la mejora que el FMI realizaba en sus previsiones de crecimiento para la economía mundial, situándola en un 3,9% del PIB, que ratifica la aceleración de la economía, el mayor grado de desarrollo de muchos países y un liderazgo en dicha aceleración por parte de Estados Unidos, que mantiene, como decía la semana pasada, un buen ritmo de crecimiento y una economía prácticamente en pleno empleo.

Ahora bien, en Davos también se ha recordado que además de felicitarnos por esta buena marcha de la economía, ésta consta de ciclos alcistas y bajistas, de manera que se ha incidido en lo deseable que sería estar lo mejor preparados para afrontar las crisis cuando éstas lleguen. Por eso, se ha resaltado lo importante que es para la marcha positiva de la economía mundial el poder acabar con el proteccionismo y el nacionalismo, que sólo levantan absurdas barreras que impiden mejorar la vida y convivencia de las personas, así como proseguir con reformas que mantengan actualizada la maquinaria económica para crecer más en los momentos de auge y resistir mejor en los períodos de crisis.

Adicionalmente, una de las intervenciones más destacadas fue la de S. M. el Rey. Don Felipe destacó la recuperación económica española, garantizó y reafirmó la seguridad jurídica de nuestro país, y mostró a nuestra nación como el gran lugar que es para invertir, emprender, trabajar y vivir, con una economía que lidera el crecimiento de la eurozona, con la mayor creación de empleo de Europa y con el logro de haber alcanzado una ganancia de productividad muy importante que sitúa a España como un emplazamiento destacado para captar inversiones y generar riqueza productiva.