Opinión

El Congreso de los muertos vivientes

Noche de Halloween en el mundo y en España. Noche de Halloween con Gobierno, cuando podía haber sido fecha de condena a unas terceras y patéticas elecciones. Noche en la cual se abren las puertas que unen-separan al mundo de los vivos con el mundo de los muertos. Los ganadores: los de una farsa de 314 días. Los muertos: los derrotados de un teatro del absurdo que no ha servido de nada. O, mejor dicho, ha servido para que nos haya explotado en la cara la fragilidad de nuestra democracia y la ineptitud de la mayoría de nuestros líderes políticos, rehenes de sus personalismos e ignorantes de las necesidades reales de los ciudadanos por encima de sus intereses.

Por un lado, Rajoy, quien a pesar de proponerse para esta noche un disfraz de momia, hay que reconocerle un talante de ganador nato. Por cuanto su falta de carisma le podría haber relegado en la vida al segundo plano de la política, sigue ahí ganador más que nunca y a pesar de todo y todos. Un Andreotti made in Galicia que con su catenaccio y capacidad de espera triunfa rodeado de los suyos y envidiado por los enemigos.  Al otro lado muchos perdedores. Un Pedro Sánchez que esta noche se disfrazará de zombi en modo Walking Dead. Porque ahora deambula un poco zombi pero nadie sabe qué le deparará el futuro. No ha muerto, se encuentra en un limbo y después de la entrevista concedida a Évole en Salvados, sabemos que, a pesar de haber dejado entre lagrimas su acta de diputado, seguirá dando guerra e intentará volver a ser secretario de un partido que esta noche se disfrazará de desierto roto por mil fallas y saqueado de energía e ilusiones. Entre Susana Díaz y Veronica Pérez vestidas de niñas de ‘El Resplandor’, Javier Fernández y Antonio Hernando que lucen un gris cadavérico en sus caras de disfrazados enterradores, el PSOE se encuentra en coma inducido por mil y más egoísmos ciegos de poder.

Noche de miedo en la casa de la naranja mecánica y conciliadora. Donde el tin-tin de nuestra política, Rivera de las 150 propuestas de pacto anda vagando por el mundo en busca de un relato que dé larga vida a su liderazgo y sueños de gloria. Con su fieles Milús al lado, Villegas y Girauta, a menudo usa frases de John Fitzgerald Kennedy y en fondo le encantaría parecerse más. Si quiere encontrar su tesoro tendrá que arriesgarse más y evitar caer en el olvido como ocurrió a Clegg en Reino Unido. No siempre ser tan conciliador premia y en política para ganar hay que proyectar éxito, para no dejarse fagocitar por la maquina del poder que él mismo ha ayudado a mantener en vida.

Noche de muertos y calabazas entre el Damien Iñigo Errejon y Pablo Iglesias, que esta noche disfrazaría de Conchita Wurst… ¡Qué me perdone Conchita! ¡Que no me odie Pablo! Pero es que no puedo no pensar en lo espectacular que sería ver cantar a los dos: ‘Rise like a fénix’. Hasta ahora no ha logrado conquistar el cielo por asalto, pero le quedan, si aguanta, otras golosas oportunidades. Pero entre la infinidad de partidos satélites y reinos de taifas de todos los colores, a menudo el morado desaparece y el buen Damien Errejón no parece ser siempre fiel aliado.

Esta noche los muertos cruzan la frontera del Congreso y vagan por las calles con sus caras de espanto. Golpean en tu puerta, en la de todos los ciudadanos que no están contentos con el nuevo Gobierno, y también en las puertas de los que en cambio exultan de felicidad por un renovado mandato de derechas con tintes de recuperación económica y corrupción con sabor a esperanza y miedos de todo tipo.

¿Qué representa para el inconsciente colectivo la noche de Halloween?

Es la escenificación del miedo.

Una forma de decir: esta noche confesamos que todos tenemos miedo.

Miedo a las censuras y a la falta de libertades.

Miedo a perder el trabajo.

Miedo a la violencia.

Miedo a la corrupción y a ser manipulados por los mismo chorizos de siempre.

Miedo a no poder pagar las cuentas. A ser engañados por nuevas preferentes y otros engañosas estafas.

Miedo a los cambios.

Miedo a perder nuestros sueños.

Noche de Halloween y de nuevo Gobierno.

Miedo a que de repente Mariano Rajoy y los futuros nuevos ministros se complazcan de su nuevo mandado y dejen fuera de sus pensamientos a los que de verdad necesitan esperanza.

Si bien la economía ha mejorado, sigue habiendo muchas madres que no tienen comida suficiente para sus hijos y no saben cómo costear su días de colegio. Ancianos, enfermos o, sencillamente, solitarios que en silencio sufren de desesperanza y la soledad muertos de melancolía. Enfermos que se mueren en pasillos de hospitales sin ser atendidos. Mujeres atacadas por las manos violentas de sus machos alfa con las manos ensangrentadas. Educación y Cultura de las que nadie se ha ocupado en estos 314 días de vergüenza.

En esta noche de miedo meto a todos los 350 diputados en una enorme calabaza que se trasforma en carroza al mando del Rey Felipe, que no necesita disfraz, ya que bastante tiene con lo que le ha tocado por nacimiento. ¡A por una legislatura que dé golosinas a la gente y les quite el hastío hacía todos ellos!