Opinión

Cómo pasar del chuletón al polvo de gusano en 28 meses de Gobierno socialcomunista

El Ministerio de Consumo ha autorizado el consumo de nuevos alimentos procedentes de los insectos, entre los que se incluyen los grillos, las larvas de escarabajo, el polvo de gusano y las langostas voladoras. O sea, que el departamento de Alberto Garzón incorpora al menú socialcomunista cuatro bichos, mientras le hace ascos a la carne española. Habrá que convenir que como sugerencia culinaria, los nuevos alimentos que ofrece el Gobierno son todo un acicate a salir corriendo. Dice el Ministerio de Consumo que la inclusión de los grillos, las larvas de escarabajo, el polvo de gusano y las langostas voladoras se produce a instancias de la Comisión Europea. Así será, pero lo que no dijo nunca la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) es que desde el Gobierno de España se alertara del peligro de consumir carne española por su mala calidad.

Así que va a tener que derrochar mucha capacidad didáctica para explicar que un chuletón presenta más riesgos para la salud que las larvas de escarabajo. El problema no está en que Consumo cumpla con las recomendaciones europeas, por mucho que los bichos tiren para atrás, sino que, por su cuenta y riesgo, Alberto Garzón lanzara una cruzada contra las macrogranjas poniendo en peligro al sector.

El ministro de Consumo tendrá que aguantar las críticas y las coñas, porque desde luego resulta un sarcasmo que el ministerio certifique las bondades para la salud de cuatro bicharracos (por mucho que la imposición le venga de la UE) y, sin embargo, le ponga la proa a la carne roja. Al final, el asunto se presta a la guasa. Y es que el hecho de que bajo un Gobierno socialcomunista la carne española sucumba al auge de los grillos, las larvas de escarabajo, el polvo de gusano y las langostas voladoras (ojalá fueran las otras) es una metáfora perfecta de la decadencia de la izquierda.