Opinión

Cómo otorgar una ‘subvención’ de 4 millones a Barrabés sin dejar rastro

Decíamos en nuestro editorial de ayer que el hecho de que el Gobierno otorgara una subvención a dedo de 12 millones de euros a la Asociación del Deporte Español (Adesp) para una formación online donde participaron hasta una decena de profesores procedentes del conglomerado de Barrabés se prestaba a pensar mal, porque, en el fondo, no era más que una fórmula diseñada para premiar al socio de Begoña Gómez sin necesidad de pasar por ninguna mesa de contratación. Procedimiento que revela la necesidad que tenía el Ejecutivo de borrar las huellas del dinero -¿y del delito?, urdiendo un plan para favorecer a Barrabés sin dejar rastro.

Los 12 millones de euros para Adesp tenían la finalidad de ayudar a digitalizar a deportistas de élite. Y es ahí donde la empresa del socio de Begoña Gómez entra en escena ofreciendo a la Asociación del Deporte Español su plantilla de profesores -hasta una decena- para unos cursos de formación online por los que Barrabés se llevó cuatro millones de euros. O sea, el Ministerio de Cultura otorga una concesión directa de 12 millones a la Asociación del Deporte Español (Adesp) y la empresa de Barrabés se lleva un tercio de la subvención sin necesidad de concursar.

Una forma de pasar desapercibida que revela que el Gobierno buscó el modo de esconder la ayuda al socio de Begoña Gómez, enmascarándola bajo una subvención a una asociación deportiva para «la formación en capacidades digitales de, al menos, 6.000 deportistas de alto nivel y alto rendimiento, deportistas de equipos nacionales, deportistas federados, técnicos de las federaciones deportivas nacionales y autonómicas y de las instalaciones deportivas donde se desarrolla la actividad deportiva de los deportistas mencionados». El mero hecho de que el Ejecutivo ideara esta alambicada fórmula en la que, al final, Barrabés se llevó cuatro millones de euros demuestra que el Gobierno quería a toda costa esconder la ayuda -otra más- al socio de Begoña Gómez