Opinión

Se buscan «víctimas del franquismo»

El Gobierno de Sánchez necesita muchas más «víctimas del franquismo» y ha decidido suavizar los requisitos para obtener esta figura contemplada en la Ley de Memoria Democrática que permite el acceso a indemnizaciones. La nueva normativa impulsada por el Ministerio de Memoria Democrática de Ángel Torres tiene como objetivo facilitar la tramitación de las solicitudes de todos aquellos ciudadanos que consideren que padecieron «persecución o violencia» durante la Guerra Civil y la posterior dictadura. La justificación del Gobierno es que «la normativa propuesta busca ofrecer una regulación clara y actualizada que garantice una mayor equidad y transparencia en el proceso». La aprobación de este real decreto pretende incrementar la seguridad jurídica, cubrir eventuales vacíos normativos, y precisar los procedimientos y conceptos necesarios para una aplicación uniforme de la ley», apunta el Gobierno. En realidad, lo que pretende Pedro Sánchez es reducir al máximo la burocracia y tirar por la calle del medio, sin perder el tiempo en procesos de tramitación que pueden dilatarse más de lo que le interesa al Ejecutivo. Sánchez necesita más «víctimas del franquismo» y las necesita cuanto antes.

Por eso -y he aquí la clave- se «simplificarán los requerimientos exigidos a los solicitantes». Y es que antes había que acreditar haber padecido durante la Guerra Civil y la Dictadura «condenas, sanciones o cualesquiera otras formas de violencia personal por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa». Estas razones incluyen la pertenencia, colaboración o relación con partidos políticos, sindicatos, organizaciones religiosas o militares, minorías étnicas, sociedades secretas, logias masónicas y grupos de resistencia, así como el ejercicio de conductas vinculadas con opciones culturales, lingüísticas o de orientación sexual. Ahora será más sencillo y no habrá que presentar tanto documento, pues bastará expresar de forma mucho más sucinta los motivos por los que el solicitante se considera «víctima». Y cuantas más haya, mejor para Pedro Sánchez en su estrategia de ruptura y enfrentamiento. Es lo que anda buscando.