Opinión

Batet, cuatro veces «tránsfuga»

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, es doblemente prevaricadora al negarse de forma unilateral a que el diputado Casero pudiera cambiar el sentido de su voto: primero, porque se incumplió el Reglamento de la Cámara que obliga a los servicios del Congreso a ratificar telefónicamente el voto telemático de los parlamentarios y, segundo, porque no comunicó a la Mesa la reclamación del diputado popular. No lo dice OKDIARIO, sino las normas del Congreso de los Diputados. Pero es que, además, Batet -según el propio argumentario del PSOE para tachar de tránsfugas a los dos diputados ya fuera de UPN que votaron en contra de la reforma laboral- es cuádruple tránsfuga, porque hasta en cuatro veces votó en contra de la línea oficial de su partido.

A saber: Batet votó en contra de la posición del PSOE en tres iniciativas de la X legislatura sobre el «derecho a decidir» en Cataluña y en la famosa votación de la investidura de Mariano Rajoy (PP) en la XII legislatura. Este último ejercicio de transfuguismo -según la interpretación socialista-  se produjo el 29 de octubre de 2016, horas después de que Pedro Sánchez renunciara a su escaño. Meritxell Batet fue una de los 15 diputados del Grupo Socialista que votaron «no» saltándose la disciplina de voto, que había acordado abstenerse.

De modo que la tercera autoridad del país ostenta un récord imposible de batir: el pasado jueves prevaricó dos veces y, además, cuenta con el antecedente de votar cuatro veces en contra de la posición de su partido. El no va más. Y es que el concepto de tránsfuga que ha acuñado el socialismo para cargar contra los dos diputados navarros que se negaron a seguir la consigna de su partido convierte a Batet en una de las mayores tránsfugas de la democracia. Y, pese a ello, el PSOE la hizo ministra y presidenta del Congreso de los Diputados. Este el partido que ahora viene a dar lecciones de ética política.