Opinión

Otro aval a la gestión de Rajoy

La Comisión Europea ha terminado por convencerse de una realidad que era un secreto a voces: las reformas emprendidas por el Gobierno español en la pasada Legislatura han servido para cimentar una recuperación económica que ha permitido reducir la brecha fiscal a unos niveles nunca vistos en la eurozona. El esfuerzo que han realizado las familias y las empresas ha sido acompañado especialmente el último año por un ajuste de la brecha fiscal de las Administraciones Públicas que permitirá cerrar el ejercicio con un déficit del 4,6% del PIB, cumpliendo los compromisos presupuestarios alcanzados con Bruselas.

La amenaza de sanciones y congelación de fondos estructurales que ha planeado sobre la política económica española en los últimos meses queda en “suspenso”, tras la decisión de las autoridades comunitarias de no seguir adelante con el proceso de déficit excesivo contra España. Esto supone el fin de un culebrón que ha mantenido en vilo al Gobierno español en funciones y un espaldarazo de Bruselas a la gestión de Mariano Rajoy. Ahora se puede afrontar con garantías la elaboración de unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 sin la losa de los 6.300 millones de euros que, sumando sanciones y congelación de fondos estructurales, habrían obligado al Ejecutivo a aprobar nuevos ajustes.

La clave para convencer a Bruselas ha sido la reforma del sistema de pago fraccionado del Impuesto de Sociedades, una iniciativa legislativa que el Gobierno aprobó por Real Decreto antes incluso de que se produjera la investidura de Mariano Rajoy. El comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, celebró la medida y, tras la formación del nuevo Gobierno, recibió un documento de “medidas efectivas” que ha terminado de disipar las dudas sobre el compromiso de España para cumplir la Ley de Estabilidad y fijar un calendario para rebajar el déficit público por debajo del 3% del PIB en 2018.

Ahora es necesario que todos los grupos parlamentarios sean conscientes de la importancia de seguir en la senda del equilibrio presupuestario y pacten con el Gobierno unas cuentas públicas para 2017 que permitan seguir cerrando la brecha fiscal. Las previsiones indican que el repunte del PIB será mayor de lo previsto y que los temidos ajustes de 5.500 millones de euros serán inferiores, llegando incluso a no necesitarse medidas adicionales si el crecimiento económico se sitúa más cerca del 3% que del 2,5% el próximo año. No obstante, si es necesario, el Gobierno tiene capacidad para lograr ingresos extra sin necesidad de subir impuestos, sirva como ejemplo el caso de Aena, que podría sacar otro 11% del capital a Bolsa o Loterías y Apuestas del Estado, cuya privatización parcial también está sobre la mesa.