Opinión

Ataque a la libertad de prensa: Sánchez pone al lobo a cuidar de las ovejas

El comisario José Antonio Rodríguez, más conocido como ‘comisario Lenin’, tendrá un papel crucial en la Comisión Permanente contra la Desinformación creada por el Gobierno en la Orden del Ministerio de la Presidencia publicada en el BOE. El plan para silenciar a los medios digitales críticos con el Gobierno de Pedro Sánchez contará con la presencia de un duro: el comisario Rodríguez González es el hombre del PSOE en Interior. Fue nombrado al mes siguiente de ganar Pedro Sánchez la moción de censura. Actualmente es director del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, pieza clave en en el engranaje del Ministerio de Interior. El ‘comisario Lenin’ dirige, además, desde ese Gabinete, la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio que, entre sus competencias, tiene «combatir el discurso de odio en las campañas electorales». La Oficina funciona a través de denuncias anónimas -chivatazos- mediante un mail habilitado en la web del Ministerio del Interior.

La orden ministerial dice que «el Comité de Situación podrá apoyarse en una Célula de Coordinación de lucha contra la desinformación» activada por el director del Departamento de Seguridad Nacional». Su composición será decisión exclusiva del Gobierno y los nombres de la célula serán probablemente secretos. O sea, que quienes asesoren al Ejecutivo socialcomunista sobre qué medios digitales «desinforman» permanecerán en el anonimato, a modo de comisarios en la sombra. Realmente, todo destila un perfume intervencionista y totalitario que asusta.

El ‘comisario Lenin’, con mano firme, será el encargado de que la estrategia de acoso a los medios críticos con el socialcomunismo avance. El Gobierno pretende quitarle importancia al hecho de que haya creado una comisión de naturaleza opaca y dirigida desde La Moncloa. Pero olvida que en un Estado de Derecho son los jueces quienes sancionan el comportamiento de los medios de comunicación. En esta apariencia de democracia que tenemos, son Pedro Sánchez y Pablo Iglesias los que deciden qué medios informan y cuáles desinforman. Tremendo.