Opinión

De Andalucía al cielo… o de nuevo al infierno

Estamos a “ná y menos” de las elecciones andaluzas y… ¡ozú¡ El miedo que tienen todos al resultado, los de allí y los arriba, los del mando y los que quieren el mando, los “güeno y lo malo” y es que de su resultado depende el pan de mucho “chorizo. No, no me he vuelto de la canalla; es que, allí, llevan los “chorizos” gobernando más que lo que estuvo el dictador y, los que están en la oposición, tan “a gustito”, pues como me decía uno en su día “calla quillo, que yo vivo mejó y gano más en la oposición que en el Gobierno, ¡pa que voy a quitarlo!”. Y, así, han conseguido llevarse el dinero de los parados, que incluso se lo gastasen en dignas trabajadoras del sexo y, de paso, tener cogidos por los membríscalos a más de la mitad de mis conciudadanos “pa seguí en el pescante”.

Yo no sé si VOX conseguirá dar un golpe de efecto en las elecciones que permita un cambio, no en Andalucía, que ahí está to el pescao vendío”, sino en el resto de España, pero lo que sí resulta significativo es el miedo del PP y C’s. Todos se han empeñado, no sin la ayuda de alguno de VOX, en que es un partido de extrema derecha peligroso; pero todos callan cuando se recuerda que no defienden nada que no defendiese el PP de Aznar en el Gobierno, en el que no nos fue tan mal. Dirán que fue una etapa oscura por el Prestige, que eso no es crispación; que si la Guerra de Irak, que tampoco es crispación y, por más que se empeñen, no llevamos ni un solo soldado de combate; que si… ya, ya, pero la bonanza económica, la reducción del paro y los avances sociales, ahí estaban.

Resulta increíble que cuando uno defiende la democracia y volver a recuperar el orgullo de ser español, la libertad de las personas, los derechos fundamentales y los valores de la derecha, se le impone la cruz de “extrema derecha” o “fascista”; pero, cuando se defiende la dictadura del proletariado, la vuelta al pasado, el comunismo como sistema de opresión de las masas tan cruel como el fascismo real, se admite que, siendo profundamente destructores del sistema democrático, son muy respetables y dignos. No quiero ni agredir, ni escupir, ni insultar a la carcunda comunista, pese a que ellos sí me lo han hecho personalmente, lo que sí me gustaría es que respeten a los que sí son demócratas, por más que ellos lo nieguen.

Si el PP y C’s, en lugar de llorar por las esquinas porque VOX entra en la partida, miran sus discursos, sus planteamientos, a sus electores y limpian sus filas, otro gallo cantaría y si algún “cabo tomatero de las COE” de VOX, en lugar de meter mierda a los suyos, fuese capaz de modular sus formas y dar valor a sus valores, seguro que sería mucho mejor y le iría mejor, aún, si cabe. Si VOX hubiera entrado en 2014 en el debate político y hubiera realizado un discurso más transversal y con formas menos rígidas, cuánto nos hubiéramos ahorrado, cuántas mentiras de unos y otros no se hubieran producido; pero, no fue así y mirar atrás sólo se debe hacer para reconocer el pasado, recuperar lo bueno, apartar lo malo realizado y no volver a meter la pata. Olvidemos el miedo y actuemos de una vez.