Opinión

Alejandro Fernández, un catalán con sentido de Estado

Resulta ciertamente reconfortante comprobar que el candidato del PP a las próximas elecciones catalanas, Alejandro Fernández, encarna ese tipo de valores que en Cataluña están cayendo en desuso: lucidez en el diagnóstico, sentido de Estado y vigor en la denuncia contra el separatismo y sus tontos útiles. La entrevista que publica OKDIARIO sirve para concluir que su designación ha sido un acierto, como fue un error aplazar su nombramiento para explorar otro tipo de estrategias con fuerzas políticamente extintas que ya no aportan nada. Finalmente, se impuso el sentido común y Alejandro Fernández liderará la candidatura de los populares, obligados a encontrar su sitio en el convulso panorama político de Cataluña. Y ese sitio no puede estar sometido a otros intereses que el de servir a los catalanes concernidos con la España constitucional.

Fernández lo sabe y tiene claro el papel de cada cual: el antídoto contra el independentismo no puede ser, bajo ningún concepto, un PSC que, de la mano de Salvador Illa, se ha convertido en un problema más que en una solución, porque la dependencia de Pedro Sánchez del separatismo es tan grande que los socialistas catalanes no están en condiciones de enarbolar la bandera del constitucionalismo. Ni en Cataluña ni en el Gobierno de España.

La equidistancia en Cataluña no es una demostración de equilibrio, sino de pusilanimidad, por eso el PP tiene una oportunidad de ocupar ese espacio que se ha quedado huérfano y convencer a sectores desorientados de una sociedad que ha alcanzado la cumbre del hastío y el hartazgo. Es ahí donde Alejandro Fernández puede desempeñar un papel fundamental si logra trasladar sin titubeos los valores del constitucionalismo. Por fortuna, Fernández no es hombre dado al equilibrismo de salón y a la retórica hueca. Por eso, su designación ha resultado la mejor para un partido que en Cataluña tiene una de sus grandes asignaturas pendientes. En mayo puede dar un enorme salto adelante.