Vuelven a utilizar caballos para evitar incendios y aprovechar económicamente los residuos forestales

El proyecto FORTEXVAL estudia en Cantabria la reintroducción de la tracción para las labores de limpieza en el monte y sacar rendimiento económico a la actividad

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

La vuelta de la tracción animal a los montes y bosques, un uso tradicional que se ha ido perdiendo con la mecanización, se revive al utilizar y reintroducir caballos en el marco de una investigación que busca generar beneficios ambientales, económicos y sociales.

Es el objetivo del proyecto FORTEXVAL, que se ha marcado como tarea «el facilitar el mantenimiento de los bosques, reducir el impacto ambiental, evitar la degradación del suelo y minimizar la pérdida de biodiversidad son los principales beneficios asociados al empleo de técnicas tradicionales de tracción animal para la recogida de materiales agroforestales».

Los equinos de carga vuelven a recorrer los montes de Cantabria, recuperando una «técnica ancestral propia de la Mancomunidad de la Reserva del Saja muy arraigada entre sus habitantes», según explican desde un artículo publicado por la Federación Española de Centros Tecnológicos (FEDIT).

Cuatro acciones piloto

De este modo se busca dejar de lado una maquinaria por su impacto y utilizar la tracción animal con caballos en la primera fase de una iniciativa que impulsan conjuntamente la Mancomunidad de la Reserva del Saja, el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) -integrado en la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit) por su adhesión a la Alianza Tecnológica Intersectorial de Galicia (ATIGA) y el Centro Tecnológico CTC.

En concreto, se están incentivando cuatro actuaciones piloto en el entorno de esta mancomunidad cántabra que durarán 17 meses, el tiempo necesario para valorar la conveniencia y las ventajas de este recuperado método.

La pretensión es el de adaptar la tracción animal a las nuevas tecnologías silvícolas, desbrozando y limpiando los rodales y caminos con abundancia de maleza para recuperar el tránsito de la población.

Biochar

De este modo, además de la maleza, también se eliminan ramas con talas selectivas, y se están recogiendo muestras de un material que se convertirá en biochar, un carbón vegetal que se obtiene de restos vegetales y residuos de biomasa.

A diferencia del carbón vegetal clásico, es empleado como combustible, el biochar o biocarbón, no se utiliza como tal, no se quema, sino que se aplica al suelo para mejorar sus propiedades.

El proyecto estima que con esta actividad se odrán generar 300 empleos (Foto: FEDIT)

Rico en carbono

La valorización de los recursos forestales extraídos supondrá un nuevo vector de actividad económica para la comarca. En concreto, se aprovecharán los matorrales, las astillas y otros elementos de escaso valor para producir el ya mencionado biochar, este carbón vegetal, con múltiples propiedades y numerosas aplicaciones de alto valor, considerado como el oro negro de la naturaleza.

Este producto es rico en carbono y tiene un inmenso potencial de desarrollo tanto para cerrar el ciclo de los residuos orgánicos, como para incrementar el rendimiento de los cultivos o revitalizar el terreno.

Entre los beneficios atmosféricos, «el biochar reduce las emisiones de metano, los malos olores y facilita el atrape de carbono. Si nos fijamos en cómo afecta al sustrato, nos encontramos con que multiplica la fertilidad del suelo y frena la pérdida de nutrientes», relatan desde el proyecto.

Prevención de incendios

Pero la recolección de biomasa y restos vegetales tiene otra vertiente muy importante, porque estos trabajos silvícolas de adecuación de los montes a través de utilizar de caballos también buscan el «lograr un grado adecuado de prevención de incendios, a través de cuadrillas contratadas dentro del proyecto».

Uno de los objetivos generales del proyecto «pasa por garantizar la resiliencia de los bosques frente a posibles efectos naturales adversos, acelerados en la actualidad por el cambio climático», destacan sus responsables.

Tras los 17 meses de trabajos en el terreno con los caballos recorriendo montes y bosques, se pasará a la evaluación de los resultados y, si son positivos, se pretende dar el salto a nivel industrial.

Empleo y sequía

El empleo de este sistema de tracción animal y de esta forma de sacar rendimiento al entorno forestal se estima que su implantación generaría «unos 300 nuevos empleos tanto para realizar labores de gestión forestal como para participar en la generación de productos valorizados», expliaca FEDIT.

Así mismo, esta iniciativa tiene otras derivadas y otros posibles beneficios, por ello, el proyecto realizará un estudio experimental para validar su capacidad para almacenar agua. Un tema transversal, de interés en episodios de sequía provocados por el cambio climático, por la liberación progresiva de nutrientes y la captura de contaminantes en el suelo.