DIA MUNDIAL DEL MEDIOAMBIENTE

Renault avanza su estrategia para liderar la descarbonización del sector

Encuentro con Josep María Recasens, director de Estrategia de Renault Group y presidente director general de Renault Group Iberia

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

«España en el país donde se venden menos vehículos eléctricos, pero es el lugar donde más limpio es fabricarlo», es una de las frases más llamativas del encuentro mantenido con Josep María Recasens, director de Estrategia de Renault Group y presidente director general de Renault Group Iberia.

Una declaración que encaja dentro de la presentación de la estrategia de la compañía automovilística en materia de sostenibilidad y descarbonización. Un acercamiento muy personal en el que puso sobre la mesa los retos, dificultades y objetivos para comprender la transformación que necesita el sector para ser más sostenibles, sobre todo en el contexto del camino que marca Europa.

La contradicción, un mercado de vehículos eléctricos que no arranca al mismo ritmo que en otros países, paradójicamente, se contrapone a la gran oportunidad que representa España para producirlos de manera limpia y sostenible gracias, sobre todo, a las energías renovables.

Más que en el tubo de escape

Los automóviles son los responsables del 11% de las emisiones globales de CO₂ a nivel mundial y el sector del transporte representa alrededor del 23% de las GEI, según cifras de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Más de dos tercios de estas emisiones son generadas por el transporte por carretera, y más de la mitad por los automóviles privados. Por tanto, el sector del automóvil debe avanzar hacia una movilidad descarbonizada.

De la cuna a la tumba

Pero, el cómputo de emisiones no sólo abarca a su tubo de escape, también se inicia durante su fabricación y acaba cuando se le da de baja. Es el principal tema que aparece en la conversación con Recasens, y el concepto que internamente etiquetan como «de la cuna a la tumba» para abordar la descarbonización de una manera global, analizando todo el ciclo de vida del vehículo.

De la cuna a la tumba, un concepto que proviene del inglés from cradle to cradle o C2C, hace referencia a la huella total que se desprende en la fabricación de un producto que, según Recasens, calcularlo y aplicarlo requiere de mucha inversión y de mucha voluntad a distintos niveles.

Más que en el CAFE

Renault Group aspira a la neutralidad neta de sus emisiones de carbono de aquí a 2040 en Europa y a 2050 en el resto del mundo. Y la empresa reconoce que va por buen camino para conseguirlo. Entre 2010 y 2023, el fabricante de automóviles ya ha reducido su huella de carbono en un 28%.

Pero, la principal cuestión es que ahora mismo «nadie está exigiendo las emisiones en tu fábrica, sólo en el tubo de escape de los vehículos de combustión», es decir, únicamente se fija en el CAFE (Emisiones de Combustible Medias Corporativas, por sus siglas en inglés)», según subraya el CEO de Renault en España.

Para Recasens, «el gran reto es si nos quedamos en el CAFE o ampliamos el cálculo a la cadena de producción y reciclaje», en un momento «en el que estamos en la primera ola real de adopción del vehículo eléctrico con la primera generación de baterías eléctricas».

El futuro de la movilidad eléctrica atraviesa su primera ola de adopción real

Mejor con renovables

Y es que desde Renault Group han calculado que el balance de CO₂ de un vehículo eléctrico depende de la combinación energética que se use en el país, en los que España, Francia y Reino Unido son los países mejor posicionados frente a Alemania y Polonia.

El porqué está en qué energía se usa calculando las toneladas de CO₂ equivalentes para un vehículo (tCO2eq) con una vida útil de 200.000 kilómetros, en los que las renovables no son el principal componente.

En España, Francia y Reino Unido oscilan entre las 20 y 23 tCO2eq frente a las 32 de Alemania tiene y las 36 de Polonia. En este escenario, Noruega es un caso aparte con balance de CO₂ de 15 por el gran uso de renovables.

Movilidad sostenible

Esto tiene que pesar de alguna manera en la huella de carbono para localizar centros de producción más eficientes y menos contaminantes, y hacerlo visible de alguna manera en las políticas, en las certificaciones, en la trazabilidad y en la decisión de compra de los consumidores.

Y es en este contexto en el que desde Renault Group son conscientes los retos que plantean el transporte y el cambio climático, «poniendo en marcha una vía ambiciosa y pragmática hacia una movilidad con bajas emisiones de carbono».

La estrategia de Renault

Renault Group ha puesto en marcha una sólida estrategia para promover una movilidad baja en carbono con el objetivo de llevar a buen puerto su trayectoria hacia neutralidad de carbono, aplicando un plan de acción detallado que abarque todo el ciclo de vida del automóvil.

En un primer momento, este plan pretende reducir significativamente las emisiones de gses de efecto invernadero (GEI) generadas por sus actividades, la fabricación de vehículos, pero también antes, desde la fase de diseño y el suministro de piezas y materiales, y después, cuando los vehículos son conducidos por sus usuarios.

Para alcanzar este objetivo, la Comisión Europea recomienda a los Estados miembros de la UE que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% de aquí a 2040.

Para lograrlo, tienen que acelerar sus esfuerzos en materia de movilidad sostenible. Esto abarca todos los modos de transporte con bajas emisiones de carbono, desde las bicicletas hasta los coches eléctricos.

Sanciones o nuevo modelo

En este sentido, el Parlamento Europeo ha votado a favor de la eliminación progresiva de la venta de coches nuevos de combustión para 2035, so pena de importantes sanciones económicas para los fabricantes. Por tanto, la industria automovilística debe replantearse su modelo de negocio.

Y entre las opciones están el pagar multas, algo que en palabras de Recasens, Renault Group renuncia de plano, el impulsar el vehículo eléctrico o vender menos combustión.

Recasens en un momento de la presentación y explicación de la estrategia del grupo

Petróleo versus eléctrico

En el cálculo se baraja que los vehículos emiten la mayor parte de las emisiones de GEI cuando están en uso, cuando circulan (el 85% de las emisiones totales generadas por un coche durante su ciclo de vida).

La sustitución de la gasolina y el gasóleo por alternativas más limpias es, por tanto, la principal palanca de acción para los fabricantes de automóviles.

El sector está intensificando su investigación en todas las tecnologías disponibles, incluidos los vehículos eléctricos, por supuesto, pero también el hidrógeno e incluso los combustibles alternativos.

Según un estudio de Transport & Environment, una ONG que promueve el transporte sostenible en Europa, «un coche eléctrico comprado en 2022 y utilizado en Europa emite de media 3 veces menos CO2eq que su homólogo de gasolina a lo largo de todo su ciclo de vida».

Desde Reanult apuntan que «en Francia, gracias a nuestro mix energético ampliamente libre de carbono, un coche eléctrico emite hasta 5 veces menos que su equivalente de combustión interna».

El embudo de las baterías

Sin embargo, la electrificación del parque automovilístico está aumentando la presión sobre determinados recursos, en particular los materiales utilizados en las baterías, como el litio, el cobalto y el níquel.

Tras la crisis de los semiconductores entre 2021 y 2023, algunos expertos temen una escasez de litio de aquí a 2025, componente esencial de las baterías y de volatilidad de los precios de ciertos materiales o de su creciente escasez, como el cobre, componente esencial de los cables eléctricos.

Ante esta creciente demanda, desde el grupo del rombo subrayan que la industria del automóvil debe anticiparse a la disponibilidad de materiales y centrarse más en la economía circular y la reutilización de piezas y materiales reciclados de vehículos al final de su vida útil en la fabricación de coches nuevos.

Las baterías, el caballo de batalla de la nueva movilidad está en el centro de todas las miradas. Están avanzando en prestaciones pero, el factor de dónde se producen y dónde se reciclan está también en el calendario de decisiones para asegurar una trazabilidad y una menor huella ambiental.

Qué hacer con las baterías

Recasens apunta que el objetivo debe de estar en el remanufacturing, un 50% de las baterías destinadas a un segundo uso y un 50% para el reciclaje, que se deben relocalizar las baterías chinas en Europa y que un porcentaje de niquel, cobalto y litio sea reciclado. Destaca el CEO que «en Europa seremos los primeros en poner en marcha un battery recycle a través de Neutral.

El plan de acción que Reanult Group ha puesto en marcha con el foco puesto en la movilidad baja en huella de carbono de sus vehículos está centrada en abarcar todo el ciclo de vida de un vehículo: diseño y aprovisionamiento, fabricación, uso y fin de vida.

Ecodiseño

De este modo se presta atención a factores como el ecodiseño de los vehículos dando prioridad a los materiales que emiten menos gases de efecto invernadero, incluidos los materiales reciclados con una huella de carbono inferior a la de los materiales vírgenes.

También trabaja con sus proveedores para promover el uso de materiales reciclados y/o de origen biológico, el ahorro de energía y el uso de energías renovables en su producción. Por ejemplo, la nueva Scénic E-Tech 100% Eléctrico está compuesta en un 24% de materiales procedentes de la economía circular. Y la empresa se ha fijado el objetivo de alcanzar una tasa de materiales reciclados del 33% en 2030.

Se trata de una cuestión importante si se tiene en cuenta que la gestión del suministro de piezas y materiales para la producción de automóviles representa en torno al 16% de las emisiones de GEI de un automóvil a lo largo de su ciclo de vida.

Objetivo: la electricficación

Con vistas a descarbonizar su industria, el Grupo ha reducido el tamaño de sus talleres e introducido programas informáticos de control para optimizar el consumo de electricidad, gas y agua. Además, el uso de energías renovables también proporciona energía limpia para la fabricación de vehículos de bajas emisiones.

Para reducir este impacto el principal objetivo está en electrificar la gama. Ahora mismo cuentan actualmente con una decena de vehículos eléctricos en su gama de turismos y vehículos comerciales ligeros. La empresa ha hecho de ello una prioridad estratégica clave y ha creado una unidad dedicada a la movilidad eléctrica. Ampère que agrupa los centros de producción de motores y vehículos eléctricos del Grupo.

Economía circular

Por último, como hemos visto, el reciclado de vehículos al final de su vida útil es un elemento clave de la movilidad con bajas emisiones de carbono. Ahora es posible producir vehículos nuevos y más limpios, reduciendo al mismo tiempo su impacto.

Aquí es donde también entra en juego The Future is Neutral, que ha desarrollado circuitos cerrados para reciclar materiales como el cobre, el plástico, el acero y el aluminio, de modo que puedan reintegrarse en la producción de coches nuevos.

Reciclaje de baterías

El fabricante de automóviles también tiene la intención de acelerar el ritmo en este ámbito, en particular para las baterías de los vehículos eléctricos. Renault Group se ha fijado el objetivo de reutilizar alrededor del 80% de los minerales estratégicos de las baterías recicladas -níquel, cobalto y litio- en la fabricación de nuevas baterías de aquí a 2030.

Recasens deja muy claro que actualmente la fuente de financiación y el beneficio de todos los constructores está actualmente en la combustión, como una especie de Robin de los Bosques que coge el dinero para llevarlo a la movilidad sostenible. Asevera que no podemos impulsar a lo loco el vehiculo eléctrico y generar tensiones , teniendo mucho cuidado con el impulso al eléctrico.

El futuro y quien se llevará el gato al agua, avanza, está en quien apueste por el coche pequeño, con una autonomía razonable y que se pueda disponer de una infraestructura de recarga seria. Y, claro está, en el precio, todo para que los objetivos de emisiones marcados por la Unión Europea se cumplan. Un difícil equilibrio que requiere de mucha financiación para tener un planeta más limpio.