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Los científicos no dan crédito: desaparece una colonia de una especie protegida, y la culpa podría ser de un gato

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

La desaparición casi total de una colonia de roedores protegidos en un campus universitario de Grecia ha causado gran alarma en la comunidad científica.

Lo sorprendente no es únicamente el colapso poblacional de esta especie vulnerable, sino el hecho de que los investigadores apuntan a un único animal como responsable: una gata callejera.

Una colonia de roedores protegidos desaparece en Grecia y los científicos señalan a un gato

La investigadora Lida Rámou, del Departamento de Biología de la Facultad de Agronomía en Atenas, llevaba tiempo observando una colonia de llagóyuros, un pequeño roedor protegido y en riesgo.

Según sus registros, entre 2021 y 2022 existían unos 20 ejemplares distribuidos en un área de 4.000 metros cuadrados. Se trataba de una población estable y saludable.

Sin embargo, la llegada de una gata en 2023 alteró drásticamente la situación. En apenas dos años, el número de roedores se desplomó hasta prácticamente desaparecer.

La científica explicó que el felino se especializó en cazar crías jóvenes, acelerando la desaparición de la colonia. Aunque en la zona había otros gatos, fue esta gata en particular la que se convirtió en la principal amenaza.

El problema no era sencillo de resolver. Retirarla del lugar implicaba abrir el espacio para que otro felino lo ocupara, y al haber tenido crías, su control se volvió aún más complejo. Este dilema refleja la dificultad de gestionar la fauna en espacios abiertos.

El impacto de los gatos en la biodiversidad

Aunque este caso llamó la atención por lo concreto y dramático, el problema es global. De acuerdo con el biólogo Ilias Strachinis, citado por Diario As, los gatos domésticos y callejeros han contribuido a la extinción de al menos 63 especies silvestres en el mundo y ejercen presión sobre miles más.

A diferencia de los depredadores nativos, los gatos no forman parte del equilibrio natural de muchos ecosistemas. Su proliferación responde directamente a la acción humana: abandono, falta de esterilización y ausencia de políticas efectivas de control.

Por ello, los expertos insisten en que la responsabilidad no recae en los animales, sino en las personas que permiten su reproducción sin control.

Esterilización y tenencia responsable de los gatos como solución

Organizaciones y científicos coinciden en que la esterilización es una de las herramientas más eficaces para evitar camadas indeseadas que terminan en abandono. Además, reduce comportamientos problemáticos y mejora la salud del animal.

La tenencia responsable también implica mantener a los gatos en interiores enriquecidos con rascadores o juguetes, lo que disminuye su necesidad de salir y, por ello, su impacto sobre la fauna silvestre.

Para que estas medidas tengan efecto real, se requieren campañas de concienciación, recursos económicos para programas de esterilización y un marco legal más firme que responsabilice a los tutores.

Como subraya Evi Kalaitzídu, voluntaria de la organización Noiazomai, la falta de coordinación y fondos incrementa el sufrimiento animal. Por otra parte, también pone en riesgo la biodiversidad. Este caso es un ejemplo de ello.

La desaparición de la colonia de llagóyuros es un recordatorio de que las pequeñas acciones humanas pueden tener consecuencias irreversibles en la naturaleza.