«Todas las motos deberían tener KOMOBI LIFE para ayudarte en caso de accidente»

La fiabilidad de KOMOBI LIFE y la rapidez fue una de las características que más impresionaron al motero accidentado.

Hace un mes, Jose, un motero curtido en mil viajes tuvo un accidente en moto realizando una de las rutas que suele hacer todos los veranos. Hasta aquí, nada fuera de lo normal debido a la vulnerabilidad de este colectivo. Sin embargo, lo diferente de esta situación, a las sufridas por miles de moteros antiguos, es que él contaba con un servicio de detección de accidente: KOMOBI LIFE y no lo sabía. 

En 2021, más de 400 moteros, que estaban disfrutando de su pasión, perdieron la vida en carretera. Un dato tan duro y a la vez tan descriptivo de la situación que vive a diario la comunidad motera. Los motoristas son uno de los colectivos más desprotegidos, y cifras, como las saca cada año la DGT, respaldan aún más esta condición de vulnerabilidad. Afortunadamente, el accidente que tuvo Jose solo desencadenó en daños superficiales del carenado de la moto, pero incluso si hubiera ido a mayores, él contaba con un as bajo la manga.

Los moteros siempre deben ir con mucho cuidado en carretera

En cualquier momento puede ocurrir lo indeseado “al realizar una rotonda por la parte más exterior, la verdad que, con bastantes garantías, derrapé la rueda delantera, la moto cayó al suelo, y se fue deslizando hasta tocar con los guardarraíles y yo con ella”, cuenta el motorista. “Nada más que ocurrió todo, vino gente a echarme una mano y a interesarse por cómo estaba ya que era una zona concurrida”.

Sin embargo, el motero recibió una llamada que no se esperaba “nada más que toqué el suelo, recibo una llamada por el intercomunicador e instantáneamente se activa el micrófono y pregunto quién era. Para mi sorpresa, eran los compañeros de KOMOBI que estaban interesándose por mi estado de salud y para saber si necesitaba algo. La verdad que me quedé alucinado y no era consciente de la inmediatez que podían llegar a tener para contactar con un motero accidentado, o en este caso conmigo. Acaban de lanzar oficialmente el servicio hace unos días, pero no sabía que los moteros que ya contaban con el dispositivo estaban protegidos de esta forma”, explica con una sonrisa el motero accidentado.

KOMOBI LIFE, el ángel de la guarda de los moteros españoles

Para este tipo de situaciones de emergencia ha nacido la solución tecnológica española KOMOBI LIFE; para que cuando haya un accidente en moto poder acudir lo más pronto posible a su ayuda y rescate. “Esos segundos entre accidente y poder localizar a una ambulancia son vitales, son auténticamente vitales, y se lo agradezco al equipo en su totalidad, que hayan creado una solución de este calibre”, confirma Jose.

La llamada de emergencia obligatoria llegó a los coches hace unos cuatro años. Desde ese momento, cada vez que un modelo nuevo tenga un accidente, llamará de forma automática al 112 e informará de su ubicación exacta y del número de ocupantes en el momento del siniestro.

Este tipo de solución todavía no está implementada en motos de forma obligatoria. “Yo creo que eso tendría que ser de serie para todas las marcas de motos, y todas las motos deberían tener un KOMOBI instalado. Sobre todo, para aquellos que hacemos rutas en moto, y ya no solo por ir solos. Aunque vayas acompañados o en grupo, hay veces que le metes distancia entre uno y otro, que ganas un poco de terreno, y como tengas una salida de la vía o de la carretera, y te vas cerro abajo como quien dice… hasta que te encuentran o te puedan encontrar tus compañeros pueden pasar horas claves. Ahí veo yo la calidad de KOMOBI LIFE, que te dan una localización exacta, precisa e inmediata, te reconforta saber que enseguida te van a llamar si te pasa algo”, explica algo confuso nuestro motero sin saber porque en unos vehículos sí y en otros vehículos no.

Una de las principales características recurrentes en todos los accidentes es la complejidad para poder avisar con exactitud y rapidez de la ubicación del accidente. Según los datos apoyados por la Dirección General de Tráfico, el 85% de los accidentes mortales en moto ocurrieron en carreteras convencionales. Además, si se tiene en cuenta el trazado de la vía, el 86% de los que resultaron mortales se produjeron fuera de una intersección y el 53%, de ello, en tramos de curvas.

La empresa tecnológica KOMOBI ha convertido a su principal producto en la referencia del mercado, con miles y miles de moteros usando su localizador GPS para motos. Sin embargo, querían ir un paso más allá y proteger tanto a la moto como al motorista. De ahí, el cariño tan especial que le tienen a KOMOBI LIFE.

La marca ha desarrollado y perfeccionado el procedimiento estándar de KOMOBI LIFE, y está centrado en dos claves fundamentales: fiabilidad y agilidad de maniobra. Fiabilidad porque en sus nueve meses de prueba y testeo han detectado más de 2.000 accidentes en motos entre sus usuarios. Agilidad de maniobra, porque tardan menos de un minuto en detectar cada accidente, y en cinco minutos podrían enviar una ambulancia a la localización exacta de la moto.

“Para mi KOMOBI es la madre que nos protege constantemente, esa que nos dice ve con cuidado, pero ellos además de decirlo, lo llevan a cabo, porque en el caso de que pase cualquier cosa, ellos van a estar ahí para darnos una cobertura rápida y eficaz. Si haces carretera esto es un complemento imprescindible, y no ser consciente de lo que hay en el mercado es una auténtica pena y desgracia para el devenir de todos los moteros y motera”, explica el motorista accidentado.

“La fiabilidad de KOMOBI LIFE es impresionante”

Una vez llegados a este momento, lo que os estaréis preguntando es ¿cuánto tiempo tardaría en reportar o notificar el accidente? “Me caí a las 9:37 y puse en marcha la moto a las 9:38, es decir, un minuto después. Pues en cuestión de 30 segundos es cuando me llamaron desde KOMOBI para saber cómo estaba y qué había ocurrido. Una cosa inmediata, supongo que tendrán unos sistemas informáticos muy precisos para medir estas situaciones”. Aunque lo que más le sorprendió al motero fue “la fiabilidad del dispositivo, sinceramente me dejó fascinado, pero, sobre todo, que la llamada fuera de una persona, no de un robot cualquiera, sino que había un equipo humano interesado por mí en ese preciso instante, incluso me llamó por mi nombre, y me reconfortó en el momento del accidente. Me quitó el polvo de la espalda después de haberme caído, como quien dice”, detalla el motorista con confianza.

La llegada de este tipo de solución como KOMOBI LIFE va a conseguir una mayor seguridad y sobre todo, reducir ese miedo a los moteros que han tenido un accidente y que no quieren seguir disfrutando de su pasión. “Pasado ese día, he seguido disfrutando de mi pasión, he seguido realizando miles y miles de kilómetros y he seguido cogiendo mi moto a pesar de las condiciones meteorológicas, porque es lo que me gusta hacer. Y todo eso, lo he podido seguir haciendo porque contaba con KOMOBI detrás mía, y sabía que, si me pasaba cualquier cosa, los iba a tener al lado, sin la necesidad de avisarlos ni nada, la verdad que estoy muy agradecido a empresas que trabajan para el bien personal de las personas, y en este caso de los moteros. Desde que me llamaron cuando tuve el accidente, adquirí la conciencia de que no iba solo cuando viajaba en mi moto, que viajaba con KOMOBI al lado”, finaliza su experiencia personal Jose.

En el año 2019, 1.755 personas fallecieron en España en accidentes de tráfico. De todos ellos, el 53% fueron fallecimientos de aquellos grupos más vulnerables; motoristas, peatones y ciclistas. Sin embargo, no hay que irse tan lejos, en el pasado año 2020, a pesar de las dificultades de movimiento, 189 moteros y moteras (incluyendo a 16 en ciclomotor) perdieron su vida encima de su vehículo. Y en 2021, aún todavía con la resaca de movilidad latente, fallecieron 70 moteros más que el año de la pandemia.

Estos números son una auténtica lacra para una comunidad que se siente desprotegida en la carretera. Por esa razón, la marca tecnológica y española de KOMOBI son una de las mejores noticias para un colectivo que necesita que le apoyen y los “mimen” mucho.