Guerra comercial

La regulación de Bruselas castiga a los fabricantes de coches en Europa: pagarán por los derechos a China

Los objetivos de Bruselas pasan de 115,1 gCO2/km a 93,6 gramos de CO2 por kilómetro

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Los fabricantes de coches procedentes de China están de enhorabuena y ya negocian con las marcas europeas la venta de derechos de emisiones de CO2 para evitar las multas de la Unión Europea (UE). Las enseñas asiáticas, como es el caso del gigante BYD, sólo comercializan motores 100% electrificados en el Viejo Continente, con lo que cumplirán los objetivos de Bruselas, que pasan de 115,1 gCO2/km a un máximo de 93,6 gramos de CO2 por kilómetro, con creces, lo que les permitirá comercializar estos créditos en el sector para aquellos que no cumplan.

Así lo han confirmado fuentes conocedoras de la situación, en conversaciones con este diario, que han señalado que «ya hay marcas chinas que están en conversaciones para formar un grupo con fabricantes de automóviles europeos y venderles derechos de emisiones de CO2 para evitar las fuertes multas propuestas por la UE para este ejercicio».

Las empresas con menores ventas de automóviles eléctricos de cero emisiones pueden poner en común sus emisiones con los líderes del mercado de vehículos eléctricos, comprándoles créditos de emisiones para reducir sus promedios generales y ahorrarse cientos de millones de euros en multas de la UE.

A principios de este año, los fabricantes de automóviles anunciaron la creación de dos pools, uno entre Stellantis, Toyota, Ford, Mazda, Subaru y Tesla, y otro entre Mercedes-Benz, Polestar, Volvo y Smart. Con la creación de estos grupos, marcas como Subaru o Mazda, que apenas cuentas con motores 100% eléctricos, lograran evitar las sanciones de Bruselas pagando, en este caso a Tesla, créditos de carbono.

Se suman los fabricantes de coches en China

Por el momento, BMW, Volkswagen y Renault son los únicos grandes fabricantes de automóviles made in Europe que aún no forman parte de los pools de emisiones de CO2, con lo que están son las marcas más expuesta a la citada negociación con los chinos. Aun hay margen, ya que tienen hasta el 3 de diciembre para notificar a la Comisión Europea (CE) los acuerdos de agrupación.

La conocida como normativa CAFE está diseñada para que las emisiones medias de una flota de vehículos de un fabricante no superen los 93,6 gr/km de CO2. En caso de que se supere esta cifra, la empresa será sancionada por 95 euros por cada gramo superado y coche vendido. Es decir, si una empresa ha vendido un millón de coches y se ha situado en 103,6 gr/km de CO2, la multa será de 950 millones de euros.

Según Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), hay en juego alrededor de 15.000 millones de euros en multas, a lo que habría que sumar el cierre de ocho plantas de producción por la reducción de las matriculaciones de motores de combustión.