Esto es lo que sucede exactamente cuando hablamos por el móvil al volante

Todos tenemos claro que hablar por el móvil al volante es una de las prácticas más peligrosas que existe, además de estar terminantemente prohibida. Pero, ¿sabemos realmente a lo que nos exponemos? Una campaña de la compañía de vehículos de alquiler Sixt nos lo cuenta. Por ejemplo, sabemos que un conductor en condiciones normales tiene un tiempo de reacción de un segundo, mientras que si ese conductor está hablando por teléfono el tiempo de reacción se duplica y es capaz de detectar solo la mitad de las señales de tráfico.

Otra comparación tan real como curiosa llega cuando nos cuentan que hablar por el móvil al volante tiene un efecto similar al que ejerce una tasa de alcohol en sangre de 0,80 g/l, una cantidad muy superior a la permitida (0,5 g/l para conductores en general y 0,3 g/l para profesionales y noveles). En el caso de escribir un mensaje se eleva hasta los 1,1 g/l de alcohol en sangre.

Una mirada rápida al móvil significa desviar la atención de la carretera durante tres segundos, durante ese tiempo se recorren 100 metros cuando se circula a 120 km/h y 45 metros a una velocidad de 50 km/h. El riesgo de accidente que se asume al manipular el teléfono mientras se conduce es cinco veces más alto y diez veces superior al leer o escribir mensajes de texto. En el año 2014 Austria registró más accidentes de tráfico con víctimas mortales por culpa del teléfono móvil que por alcohol y en Abu Dabi un problema en la red de telefonía móvil de dos semanas de duración provocó que los accidentes de tráfico disminuyesen en un 50%.

Sixt, a través de su web, pone a disposición de todos los conductores un simulador para comprobar el tiempo que necesitamos solo para ver quién nos está llamando y lo que significa ese tiempo en metros recorridos. Además, encontramos declaraciones reales de víctimas de accidentes de tráfico causados por el uso del teléfono móvil, un vídeo de concienciación realizado por la Asociación DIA de Víctimas de Accidentes y también una serie de consejos para reducir las distracciones al volante, como por ejemplo, activar el modo silencioso o apagar el móvil al conducir, conectar el teléfono a través de Bluetooth antes de comenzar a conducir, pedir ayuda al acompañante o detenerse para manipular el teléfono, etc.

Recordemos que la multa por hablar por teléfono mientras conducimos es de 200 euros y 3 puntos del carnet. Aunque tendría que ser el riesgo que entraña y no esto lo que nos convenciese de no hacerlo.