¿Sabes lo que es un impala?
Lo hemos visto en algunas películas, pero no lo identificamos. ¿Cómo es el impala? Aquí te contamos un poco más sobre esta curiosa especie.
Algunas bandas de rock se llaman así, pero realmente un impala es un mamífero antílope. Es probable que todos lo hayamos visto en la película del “Rey León” sin saber cuál era su nombre. Se caracteriza por su pelaje rojizo, mechones negros y cuernos alargados. También destacan sus orejas alargadas, grandes, firmes y casi paralelas a la base de cada cuerno. Este animal es herbívoro y suele pesar entre 45 y 60 kilos. Quizás no sea tan popular como el tigre o la serpiente, pero tiene algunas curiosidades llamativas.
De hecho, no todos los impalas tienen cuernos alargados. En esta especie solo los machos desarrollan cornamenta, mientras que las hembras están totalmente desprovistas de ella. Se trata de un elemento natural esencial en su reproducción y también en la estructura social de las manadas.
Un impala crece para ser el macho territorial
Cuando la comida abunda, los ejemplares machos buscan ejercer su dominio y territorialidad. Un grupo puede estar dirigido por unos 6 u 8 machos que se establecen en porciones del territorio. Estos hacen el marcaje frotando el olor de sus glándulas y haciendo montañas de estiércol.
La territorialidad es una forma de establecer su jerarquía dentro de las manadas. Por lo general, comienzan en grupos de jóvenes solteros que se preparan para enfrentar a los machos dominantes. Cuando un joven gana la confrontación, se convierte en un líder que ocupa su propio territorio. A partir de aquí, ellos protegerán a las hembras y podrán aparearse con ellas.
Si un macho dominante pierde lo hace debido a la perdida de condiciones como el peso y la agilidad. En estos casos, el perdedor se devuelve al grupo de solteros para que el ganador ocupe su lugar. Este es uno de los mecanismos de liderazgo social y selección natural más complejos de toda la naturaleza.
¿Qué ocurre en periodos de sequía?
Quizá lo más interesante de los impalas es su adaptabilidad social a las condiciones ambientales. En medio de la sequía y la falta de recursos, la manada convive totalmente mezclada; pronto se convertirá en un gran grupo mixto donde cohabitan hembras y machos por igual. El esquema de macho territorial solo funciona durante los periodos de abundancia.
Hay que tener en cuenta que estos mamíferos tienen mecanismos para identificar la amenaza de depredadores. Básicamente, si un impala descubre la proximidad de un tigre o león, emite un sonido para advertir a la manada. Advertidos, los impalas son muy difíciles de atrapar: pueden recorrer una distancia 10 metros con un solo salto.
Estas características demuestran la capacidad de organización que existe en la vida social de algunas especies. Es fácil ver que cada aspecto está diseñado para garantizar la protección, reproducción y alimento de la manada. Sin duda alguna, todos tenemos algo que aprender del impala.
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