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¿Qué es la torsión gástrica en perros? Causas y síntomas

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Son muchas las enfermedades que pueden sufrir los perros, así que es importante prestar especial a cualquier síntomas que indique que algo no va bien. La torsión gástrica en perros es una enfermedad que puede poner su vida en serio riesgo, ya que el estómago se gira alrededor de su propio eje, comprimiendo la boca superior e inferior del estómago. Esto impide el paso de gases, alimentos y líquidos, y existe el riesgo de que se puedan aplastar los vasos sanguíneos y, con ellos, reducir el riego local del estómago, así como de la totalidad de la parte delantera del cuerpo de los canes.

Son los perros grandes y con un pecho profundo los que tienen mayor riesgo a sufrir la torsión gástrica. Además, existen una serie de factores de riesgo, como la ingesta apresurada de una gran cantidad de alimento y bebida o la práctica de ejercicio físico intenso después de una comida abundante. Teniendo en cuenta que esta patología progresa a gran velocidad, es importante actuar de inmediato. El tratamiento consiste en una intervención quirúrgica.

Síntomas

Los síntomas que se repiten con mayor frecuencia son: distensión abdominal aguda, vómitos en los que no expulsa contenido estomacal ni comida, irritabilidad, dificultad respiratoria y babeo.

Diagnósitco y tratamiento

Una vez en la clínica, el veterinario en primer lugar hará una exploración física del perro. Mediante la palpación de la zona abdominal puede orientarse rápidamente de lo que le ocurre al animal. A continuación, realizará una serie de pruebas diagnósticas para confirmar el diagnóstico, tales como radiografías abdominales y analíticas de sangre.

El único tratamiento posible para la torsión gástrica en perros es la intervención quirúrgica, necesaria para recolocar el estómago en su posición. Recibe el nombre de gastropexia. Tras la operación, es fundamental un control postoperatorio hospitalario, que conlleva un ingreso en la clínica de, al menos, tres días.

Claves de prevención

Aunque no existe ningún método 100% infalible para prevenir la torsión gástrica, sí hay algunos gestos simples que reducen el riesgo de que el animal sufra esta enfermedad. Es muy importante repartir la cantidad de comida diaria en varias tomas, cada una con poca cantidad. Por supuesto, hay que dejarle que coma tranquilo.

No es una buena idea darle de comer al perro antes o después de hacer ejercicio físico intenso. Y, por último, cabe señalar la importancia de evitar que beba mucha agua antes o después de comer ya que si el pienso es seco se podría hinchar.