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¿Puedes fabricar un hormiguero casero?

¿Sabías que puedes fabricar un hormiguero casero? Realmente necesitas muy poco para dar forma a esta conocida colonia de insectos. Toma nota.

Las hormigas, conocidas por su característica tan destacada de trabajadoras incansables, son insectos muy inteligentes y meticulosos. A pesar de su pequeño tamaño trabajan durante muchas horas en forma organizada en grupo para aumentar su hormiguero y conseguir comida para la colonia y la reina. Si eres amante de los insectos, te resultará sumamente atractivo observar las actividades que se realizan dentro de un hormiguero. A continuación, te daremos las indicaciones para que puedas realizar en forma sencilla un hormiguero casero.

Manos a la obra: elementos necesarios para comenzar con la fabricación

Lo más importante para que comiences con tu propio invento es conseguir un recipiente apropiado, es aconsejable que sea de vidrio. Este recipiente debe reunir ciertas condiciones, como conservar la humedad necesaria y ser fácil de limpiar para conservar la higiene de la colonia. En los comercios podrás encontrar diferentes kits de iniciación sencillos, pero también puedes escoger realizarlo de forma casera. Lo ideal es usar en este caso un recipiente de vidrio, limpiarlo bien antes de usarlo y quitarle si tiene etiquetas o inscripciones.

Además del recipiente no puede faltar la zona de forrajeo, que deberás conectar con el hormiguero principal. De esta forma las hormigas podrán realizar con normalidad sus actividades, como búsqueda de alimentos, eliminación de residuos y de paso ejercitación física necesaria para su bienestar y vitalidad.

¿Cómo hacer un hormiguero casero?

Una vez reunidos los elementos necesarios podrás comenzar a realizar el hormiguero casero. Es importante elegir un buen sustrato, con tierra será suficiente, siempre que esté libre de restos orgánicos, como restos de comida, de algún animal o insectos vivos. Tampoco debe tener la tierra residuos inorgánicos, como colillas, cristales o plásticos.

En segundo lugar debes controlar la humedad de la tierra, que no tenga agua en exceso porque si no las hormigas morirán ahogadas. A esta tierra debes agregarle algunas piedritas. Otra opción es comprar una tierra sin abono.

El tercer paso consiste en colocar dos partes de tierra, dentro del recipiente que hayas elegido como hormiguero, una parte de arena y mezclarlas.  Debes cuidar que la tierra no esté demasiado compacta para que las hormigas puedan moverse con facilidad.

En el último paso, antes de colocar a las hormigas, debes controlar el nivel de oxígeno. Para esto deja 3 cm libres de tierra antes del borde del recipiente, cubre el borde con aceite mineral y con una servilleta perforada con pequeños agujeros. A la tapa del hormiguero también debes hacerle  agujeros pero más grandes para permitir el paso del aire y colócala encima de la servilleta agujereada. De esa forma, tus hormigas no necesitarán salir de su colonia en busca de oxígeno.

Como habrás notado, siguiendo detalladamente los pasos y con los elementos necesarios, podrás fabricar fácilmente tu propio hormiguero y así disfrutar más de cerca observando la intensa actividad diaria de estos maravillosos insectos. Realmente se trata de uno de los mejores ejemplos de cómo la comunidad animal une los esfuerzos de cada uno de sus individuos en pro del beneficio común.