Mascotas
Perros

El negocio de los perros clonados, ¿es legal?

La clonación en animales es ya una realidad. En los medios de comunicación asistimos atónitos a sorprendentes noticias. ¿Es un negocio muy lucrativo el de los perros clonados?

En términos estrictamente jurídicos, el negocio de los perros clonados es perfectamente legal. Ni en España ni en ningún otro país del mundo existen leyes que prohíban expresamente la clonación de mascotas. Pero más allá de que esta acción no represente un delito, no significa que su aplicación esté exenta de debates y controversias. Quienes están en contra la consideran una frivolidad inmoral e innecesaria.

Se trata de un proceso sumamente costoso que muy pocos pueden asumir. Los precios parten desde los 40.000 USD en una clínica en Texas, Estados Unidos, hasta los 100.000 dólares que recibe la Sooam Biotech Research Foundation de Corea del Sur.

¿Por qué clonar a una mascota?

Más allá de los aspectos legales y éticos, esta es la pregunta básica que muchos hacen a quienes deciden clonar un perro o cualquier animal de compañía. La respuesta parece ser simple: muchos dueños no pueden reponerse a la pérdida de un ser querido y, ya que disponen de presupuesto suficiente, toman esta decisión. Pero este argumento trae consigo al menos dos consideraciones importantes.

En la práctica los resultados de una clonación no son exactos. La réplica nunca será una ‘continuación’ de la mascota fenecida. El mejor de los casos representa una situación similar a la que viven unos gemelos; hay hermanos que gestados en ‘condiciones normales’ presentan algunas diferencias, más allá de compartir el mismo ADN. Son aspectos que pasan desde rasgos físicos hasta de carácter.

El análisis también se hace en términos prácticos: ¿qué impide dar el paso de perros clonados a seres humanos? Hay quien podría utilizar el mismo argumento aplicado con los animales de compañía para ‘traer de vuelta’ a un hijo, un padre o un amigo.

Perros clonados: ¿una excentricidad?

Además de ser un proceso caro, cuyos resultados pueden no ser los esperados, es cuestionable el trato que reciben las perras que ‘prestan’ su cuerpo para la gestación de la réplica. A las madres subrogadas se les somete a tres intervenciones quirúrgicas mayores, sin que tengan tiempo para recuperarse. Primero se les extrae los ovarios, luego se les reimplantan y por último se les aplica una cesárea para extraer el ‘producto’.

Desde que la oveja Dolly se hizo famosa en 23 de febrero de 1997, los debates en torno a la clonación no han parado. Por el momento uno de los puntos álgidos está en los perros clonados y otros animales como gatos o caballos. Aunque los mayores temores se concentran en la posibilidad de que en alguna parte del mundo, un laboratorio fabrique réplicas humanas. Por el momento es ciencia ficción. ¿Hasta cuándo?