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Esto es lo que puedes hacer si tu gato no quiere comer

Lo primero es descartar un problema de salud

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El hecho de que un gato no quiera comer es una situación que trae de cabeza a los propietarios. Las causas por las que los pequeños felinos pueden rechazar su alimento pueden ser muy variadas, como por ejemplo el estrés. Lo primero y más importante es descartar un posible problema de salud acudiendo al veterinario. El hecho de que un gato no coma es muy serio porque las consecuencias pueden ser nefastas

Si el veterinario descarta que el gato sufra algún problema de salud que le impida ingerir alimento o le haga tener inapetencia, es el momento de poner en práctica una serie de trucos.

Darle diferentes tipos de alimentos

Del mismo modo que nos ocurre a los humanos, a cada gato le puede gustar un determinado tipo de alimento. Por lo tanto, si tu mascota no quiere comer, puedes darle alimentos de distintas texturas, como piensos y latas. Lo ideal es que le introduzcas el nuevo alimento de manera paulatina para evitar cualquier problema estomacal.

Calentar un poco la comida

A los pequeños felinos no les gusta nada la cómoda húmeda fría, recién sacada del frigorífico. Lo mejor es que la saques una hora antes de ponérsela en el comedero para que, cuando lo hagas, esté a temperatura ambiente. Pero, si te olvidas, puedes calentar la comida en el microondas durante 30 segundos. Cuando la saques, remuévela un poco para que tampoco esté demasiado caliente.

Ofrecerle raciones pequeñas

A pesar de que los gatos son animales domesticados, no pierden su hábito de cazadores, y esto es algo que debes tener muy en cuenta a la hora de darle de comer a tu mascota. En la naturaleza no tienen alimento disponible las 24 horas del día, sino que tienen que cazarlo antes.

Por lo tanto, lo ideal es que raciones la dosis diaria del alimento del gato a lo largo del día. Es decir, en vez de dejarle el comedero rebosante de alimento para que lo tenga disponible todo el tiempo, repártelo en pequeñas raciones. Además, de esta manera te aseguras de que la comida esté fresca siempre.

Establecer un horario

Y por último, es importante que establezcas un horario. De lo contrario, puede ser una de las razones por las que el gato no quiere comer. Los pequeños felinos son animales de costumbres, así que desde el primer momento debes establecer un horario de comidas. Procura ponerle las pequeñas raciones en el comedero todos los días a la misma hora.