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Cómo cuidar los dientes del gato paso a paso

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Del mismo modo que los humanos, los gatos nacen sin dientes. Ahora bien, estos empiezan a desarrollar los dientes de leche cuando cumplen las tres semanas de vida, momento en el que se produce el destete. A partir de las seis semanas ya tienen los 26 dientes de leche, los cuales se caen a los cuatro meses de edad y son sustituidos por los dientes permanentes. Luego, los mininos pasan a tener 30 dientes, incluyendo 4 molares.

Durante este proceso, es muy importante que prestes especial atención a tu mascota porque, al igual que ocurre con los bebés cuando les salen los dientes, el gato estará más irritable, no tendrá ganas de comer por el dolor en las encías, querrá morder juguetes y objetos todo el rato y también babeará.

Una vez el gato tenga todos sus dientes permanentes, es importante que tres o cuatro veces a la semana se los limpies para evitar la aparición de posibles enfermedades dentales.

Lo que vas a necesitar para la limpieza de los dientes del minino es un cepillo de dientes de goma de suave y una pasta de dientes específica para gatos. Puedes encontrar ambas cosas en una tienda de mascotas. Por supuesto, en ningún caso debes utilizar un cepillo y una pasta para humanos en mascotas.

Empieza frotando suavemente un diente con movimientos circulares. Lo ideal es que los primeros días cepilles sólo uno o dos dientes. Luego, ve haciéndolo en cinco o seis, y ve aumenando la limpieza sucesivamente, hasta que el animal se acostumbre a la rutina.

Bien es sabido por todos los que los gatos son animales de costumbres, a los que les gusta tener unos hábitos muy marcados. Por lo tanto,no es una buena idea empezar desde el primer día a cepillarle todos los dientes. Tienes que ir poco a poco.

Además, es conveniente que le des alimentos que cuiden la salud de sus dientes. La comida seca y crujiente es muy buena para que las piezas dentales se mantengan limpias y sin sarro. Cuando la mastica, las partículas de la comida se raspan contra los dientes, acuando como un cepillo.

Y, por último, tienes que llevarle al veterinario de forma periódica para que le revise los dientes y, si es necesario, le haga una limpieza dental.