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El cerebro de los gatos está encogiendo, y nosotros tenemos la culpa

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los gatos son las segundas mascotas más populares del mundo, solo por detrás de los perros. Aunque tienen fama de ser ariscos e independientes, lo cierto es que  hacen mucha compañía e incluso ronronean de placer cuando se les acaricia. Sin embargo, un estudio realizado investigadores de la Universidad de Viena y el Departamento de Ciencias Naturales de los Museos Nacionales de Escocia y publicado en la revista ‘Royal Society Open Science’ ha revelado un dato preocupante: el cerebro de los gatos se está encogiendo, y la culpa es nuestra.

El cerebro de los gatos se está haciendo más pequeño

Para llevar a cabo el estudio, los científicos han comparado las medidas craneales de los gatos monteses africanos y europeos con las de los gatos domésticos modernos. Así, llegaron a la conclusión de que el tamaño del cerebro de los gatos se ha reducido de forma notable en los últimos 10.000 años.

¿Significa esto que nuestros gatos son más tontos que sus ancestros? Definitivamente, no. Pero sí es cierto que el menor tamaño del cerebro ha hecho que estos animales se desarrollen de una forma distinta.

«La selección de la mansedumbre en la domesticación de animales, puede haber causado una regulación a la baja en la migración y proliferación de las células de la cresta neural, lo que lleva a una disminución de la excitabilidad y el miedo. Sin embargo, esta regulación a la baja también puede causar cambios correlacionados en la morfología, la respuesta al estrés y el tamaño del cerebro», dice el artículo.

En el estudio, los investigadores replicaron trabajos de los años 60 y 70, los primeros que se llevaron a cabo para analizar el tamaño del cerebro de los gatos. Sin embargo, estos trabajos únicamente comparaban el tamaño del cerebro de los gatos modernos con el de los gatos monteses europeos, que ya no eran considerados sus antepasados directos.

La investigación ha demostrado que el cerebro de los gatos domésticos se ha reducido en un 25% en comparación con sus ancestros, los gatos monteses africanos y europeos. Por lo tanto, queda claro que la domesticación ha tenido un impacto negativo en la evolución de estos animales.

Los expertos explican que es algo que no sólo ha ocurrido con los gatos, sino también con otras especies domésticas como perros, ovejas y conejos. Los resultados de la investigación aportan una nueva perspectiva para la conservación de las especies salvajes cuya supervivencia está amenazada por la hibridación con animales domésticos.