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Los datos más interesantes que nunca te contaron sobre las cebras

Las cebras son animales fascinantes que guardan muchos secretos. Detrás de ese pelaje maravilloso y ese aspecto que las relaciona con los caballos, está una evolución marcada por algunos datos curiosos que nos pueden sorprender.

Especies

En la actualidad, hay tres especies de cebras en la naturaleza, y todas viven en África:

Patrón de pelaje

No hay dos iguales. Cada patrón de pelaje es distinto. Por muy parecidas que las veamos entre ellas, nada tienen que ver. La naturaleza es increíble y con estos animales vemos que tiene un elemento distinto para cada una, a pesar de ser muy iguales entre ellas, jamás habrá dos idénticas.

Nombre

Se llaman cebras porque se parecen a un asno. Los españoles y portugueses que llegaron a África les pusieron nombre, una especie de asno muy parecido fue el elegido para dar a conocer a estos animales tan especiales. A partir de aquí, son de los pocos animales que pueden presumir de un nombre español.

No ha sido domesticada

Existen tres especies de equinos: asnos, caballos y cebras. Todos forman parte del género «Equus». Los asnos y los caballos han podido ser domesticados, mientras que las cebras no. La razón es que eas últimas han evolucionado en un entorno con muchos depredadores, lo que las ha convertido en animales con un carácter violento e impredecible. Capturarlas es muy complicado ya que tienen numerosas habilidades defensivas.

Duerme de pie

Al igual que las jirafas, duermen de pie. Estos animales están en constante peligro, su hábitat natural está plagado de depredadores y por ese motivo debe aprender a sobrevivir y adaptarse. Duermen de pie para empezar a correr si lo necesitan, nada detendrá a estos animales que pueden mostrar sus habilidades en una carrera.

Velocidad

Corren en zigzag. Las cebras corren de esta forma para esquivar a sus posibles depredadores. Son unos animales que demuestran inteligencia en todo momento, capaces de sobrevivir en la peor de las circunstancias posibles. Llegan hasta los 65 kilómetros por hora, una velocidad que les permite escapar de cualquier enemigo que se presente.