Madrid
Sociedad

El Rastro de Madrid reabrirá el 22 de noviembre tras más de ocho meses cerrado

Sólo habrá la mitad de puestos habituales

Tras ocho meses y medio de cierre por las restricciones del Covid-19, el Rastro de Madrid reabrirá el próximo 22 de noviembre. Lo hará bajo estrictas medidas de seguridad, y sólo habrá 500 puestos, la mitad del total. En cuanto al aforo, el máximo permitido será de 2.700 personas.

Este viernes, fuentes del Ayuntamiento de Madrid, han confirmado que han alcanzado un acuerdo con la Junta Municipal de Distrito Centro y del Rastro de Madrid para reabrir el mercadillo, siempre y cuando la evolución de la pandemia en la capital sea favorable y las circunstancias sanitarias lo permitan. Desde que comenzaron las negociaciones, el Consistorio ha lanzado un total de cinco propuestas, y ha sido esta última la que ha recibido el visto bueno de las partes implicadas.

El Rastro estará dividido en seis sectores y tendrá un total de 500 puestos ubicados en las siguientes calles: 81 en la plaza de Cascorro, 82 en la plaza del General Vara del Rey, 190 en Ribera de Curtidores, 120 en plaza Campillo del Mundo Nuevo, 16 en la calle Carlos Arniches y 11 en la calle Mira el Río Baja.

El aforo será de 2.700 personas. La portavoz municipal, Inmaculada Sanz, ha confirmado que el Ayuntamiento de Madrid asumirá de forma excepcional la contabilización de las personas que entran y salen del mercadillo. Además, se encargará del balizamiento de los puestos, aunque en un principio esto debería ser competencia de los comerciantes.

Almeida ha asegurado que con la reapertura del Rastro de Madrid, la capital recuperará uno de sus lugares más emblemáticos. Considera que es una buena noticia para todos los madrileños que la propuesta del Ayuntamiento haya sido aceptada por los comerciantes.

Historia del Rastro de Madrid

El origen del Rastro se remonta a mediados del siglo XVIII en los alrededores del ‘Matadero de la Villa’, en el barrio de Lavapiés. Nació como un mercadillo semi-clandestino al aire libre de venta de objetos usados.

Desde el año 2007 cuenta con regulación municipal, de forma que el Consistorio puede controlar el número y tamaño de los puestos, las calles en las que se puede celebrar y lo que puede venderse. No se permite la venta de alimentos y animales vivos en los puestos callejeros.