PSOE y Podemos eluden sus responsabilidades en la Cañada Real donde sólo hay 4 clientes legales de luz

El Gobierno de España da la espalda a las familias vulnerables que malviven en la Cañada Real Galiana, en Madrid. Diferentes altos cargos del Ejecutivo central con competencias en la materia están escurriendo el bulto para tratar de erosionar a Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez-Almeida, presidenta de la Comunidad de Madrid y alcalde de la capital respectivamente.

Fuentes consultadas por OKDIARIO señalan que la dejación de funciones es especialmente grave con el delegado del Gobierno en la región, José Manuel Franco (PSOE), que gestiona las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En una entrevista en RNE el también líder de los socialistas de Madrid ha esquivado cualquier responsabilidad en las dificultades que están atravesando las personas ubicadas en esos asentamientos ilegales.

«Hemos hecho una extralimitación de las funciones de la Delegación a través de la dirección de Protección Civil», ha afirmado Franco para cargar todo el peso de la crisis en el Gobierno regional y en el de la capital que lideran el Partido Popular y Ciudadanos.

Por su parte, José Luis Correas, director general Seguridad Ciudadana en la Delegación del Gobierno, reconoció hace unos días en la SER que no están haciendo gran cosa para tratar de resolver la situación. «No tengo la solución desde la Delegación del Gobierno porque hay que buscar entre todas las administraciones soluciones excepcionales para problemas excepcionales. Yo no sé si hay una solución técnica a la falta de electricidad, es muy complejo todo», expresó.

Carta de Naturgy

Por otro lado, otro punto de fricción es que Franco esgrime unos supuestos informes policiales que dicen que no hay enganches ilegales. Sin embargo, desde la empresa que opera en la zona (Naturgy) aclaran que sólo hay «cuatro clientes debidamente dados de alta». Frente a informaciones que indican que hay alrededor de 1.500 conexiones, Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy, ha aclarado en una carta que «sólo hay 4 conexiones dadas de alta».

Franco asegura que los informes de la Policía indican que no existen esas plantaciones de marihuana que disparan el consumo y provocan sobrecargas en la red. Sin embargo, la compañía energética aclara que, aunque no han dado orden de interrumpir el servicio de luz, «el suministro se ve interrumpido por constantemente en el sector IV y esporádicamente en el V a consecuencia de elevadas sobrecargas en la red que provocan la actuación automática de de las protecciones de los propios equipos, obligados por la normativa técnica».

Marihuana

En dicha misiva remitida a Ayuso, a Franco, a Almeida y al alcalde de Rivas Vaciamadrid, Pedro del Cura (Unidas Podemos), Naturgy añade: «Desconocemos el origen de estas sobrecargas, que superan en los últimos meses el 70% los consumos registrados en los años anteriores y que elevan el consumo medio por edificación a siete veces el consumo medio de una vivienda en España».

«Desde hace años la red eléctrica de la zona está exclusivamente constituida por instalaciones ilegales, en un estado muy precario, y que suponen un riesgo grave para la integridad física de las personas», subrayan para incidir en que nunca han cortado el suministro eléctrico en la Cañada Real. Reynés pone en copia a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera; el defensor del pueblo, Francisco Fernández Marugán; y el alto comisionado para la lucha contra la Pobreza Infantil, Ernesto Gasco.

Iglesias

Por su parte, desde Podemos el vicepresidente de Derechos Sociales Pablo Iglesias también ha querido salir del foco en este tema. En lugar de tomar cartas en el asunto y tratar de ayudar, ha esquivado cualquier responsabilidad. Sus propios compañeros de espectro ideológico han cargado contra él por no intervenir. El sector Anticapitalistas, que ya están fuera de Podemos, y el errejonismo han criticado a Iglesias por este tema. «Menos antifascismo de Twitter, más orden y derechos sociales: Luz en la Cañada Real», ha pedido el hermano de Íñigo Errejón.