Madrid
ELECCIONES 28M

La calle pregunta y Abrines responde: «¿Qué van a hacer para favorecer la inversión en Madrid?»

Manuel, empresario madrileño, está interesado en conocer los planes del próximo Ejecutivo autonómico que nazca de las urnas del 28 de mayo para favorecer que la Comunidad de Madrid atraiga inversión y se convierta en «centro y referente a nivel industrial, tecnológico y energético de Europa».

«Hay que consolidar Madrid como un gran Silicon Valley», arroja este ciudadano, a lo que el candidato del PP a la Asamblea de Madrid, número 9 en la lista encabezada por Isabel Díaz Ayuso y, hasta ahora, portavoz del grupo parlamentario popular en la Cámara autonómica, Pedro Múñoz Abrines, le explica a través del micrófono de OKDIARIO los planes del Gobierno en este sentido.

«Vamos a seguir bajando impuestos, que es algo fundamental para hacer de Madrid una región atractiva. Vamos a intentar recuperar el proyecto que no conseguimos aprobar porque Vox no quiso apoyar las nuevas deducciones para inversiones desde el extranjero y, sobre todo, vamos a intentar seguir haciendo de Madrid una ciudad abierta, llena de libertad, donde la desregulación y la flexibilidad sea un atractivo para todas las personas, especialmente aquellas que tienen un proyecto empresarial», sostiene.

Abrines se refiere al proyecto que no logró salir adelante esta legislatura por el cual quien invirtiera capital extranjero en la región podía deducirse del tramo autonómico del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) el 20% de la cantidad invertida.

Se trataba de una medida vinculada a todo tipo de activos, tanto financieros como inmobiliarios. En el caso de los primeros, no iba a ser requisito imprescindible que estuvieran en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, los inmobiliarios sí que debían de estar ubicados en la región.

En cuanto al volumen de la inversión, no se establecían límites, es decir, que iba a ser aplicable a partir del primer euro. El único tope anual iba a ser la propia cuota de IRPF sobre la que se aplica la deducción del 20% de lo invertido, es decir, si es suficiente para compensar toda la desgravación, se podría hacer el primer año de la inversión. Si no lo era, se iría repartiendo a lo largo de los siguientes cinco años.