Juegos Olímpicos
Juegos Olímpicos París 2024

París se convierte en una zona de guerra horas antes de la inauguración de los Juegos

  • Francisco Rabadán
  • PARÍS
  • Enviado especial
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

París se blindó en las horas previas a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos. Todo tipo de personal de seguridad, desde efectivos de la Gendarmería pasando por Guardias Civiles españoles e incluso militares rodearon velaron porque ningún evento imprevisto tuviese lugar antes del inicio del evento.

La mayor parte de líneas de metro de la ciudad sufrieron cortes desde las 13 horas, mientras que las calles colindantes a las zonas donde pasaba el desfile como Notre Dame, el Louvre o la Torre Eiffel dispusieron de estrictos controles a un kilómetro del río Sena. Toda seguridad era poca para asegurar una ceremonia que pretende pasar a la historia como la primera que se hace fuera de un estadio olímpico.

París se convirtió en un escenario de guerra con más de 45.000 efectivos de seguridad desplegados por las calles. No sólo estaba la Gendarmería francesa, sino que Carabineri italianos, la Bundespolizei alemana, la Guardia Civil española e incluso la policía qatarí fueron vistos en una demostración de fuerza de la capital francesa.

Los ciudadanos sólo podían moverse a través de códigos QR que mostraban a los policías para poder acceder a las calles. Tanto los espectadores como los periodistas que se congregaron en la plaza del Trocadero –frente a la torre Eiffel– tuvieron que esperar varias horas para acceder al recinto por culpa de un exhaustivo control en un arco de seguridad que evocaba al de un aeropuerto. Además, previamente, en cada check-point los policías revisaban las mochilas de cada uno de los asistentes.

París no dejó ni un ápice a la improvisación en una ceremonia de inauguración de Juegos Olímpicos que pretende ser una plataforma para promocionar a la ciudad como un filón turístico. 100 años después de albergar sus anteriores, la capital francesa hizo un despliegue de seguridad nunca antes visto en el deporte mundial. Atrás quedan aquellos lamentables episodios de la final de Champions League 2022.