Investigación

Rato nunca devolvió otros 14 millones que le prestaron cuatro bancos

La empresa Layosalud, vinculada a Rodrigo Rato, quebró en 2010 con unas deudas bancarias impagadas por valor de 14 millones de euros. El crédito otorgado por cuatro bancos estaba destinado a un negocio hotelero en Toledo. De esta suma fallida, más de 400.000 euros fueron recibidos de BBVA. Un dinero prestado y evaporado que se sumó a los créditos black por 6,2 millones concedidos en 2000 al Grupo Rato por la entidad financiera presidida por Francisco González, íntimo amigo y al que aupó a la presidencia de Argentaria y BBVA siendo ministro de Economía.

La vinculación de Layosalud con el exvicepresidente segundo de Aznar es triple. Por un lado, el aparente dueño de la sociedad es Miguel Ángel Montero Quevedo, detenido el pasado día 2 de octubre en calidad de presunto testaferro de Rato, acusado de los delitos de blanqueo de capitales y corrupción entre particulares.

Pero hay un hecho más explícito: Layosalud debía cuando quebró 2,2 millones de euros a una sociedad, Arada, cuyo administrador no es ningún testaferro. Es el propio Rodrigo Rato. Y Arada es considerada por la UCO (Unidad contra el Crimen Organizado) de la Guardia Civil pieza clave en la inyección de dinero en sociedades en el extranjero del exvicepresidente como Vivaway Limited.

Hay un tercer nexo de Layosalud con Rato: uno de sus consejeros, Jesús Calleja Gil, era directivo de una filial de Aurosur, empresa propiedad del exministro de Economía.

Un impago con cuatro bancos

La deuda impagada de Layosalud afectaba en 2010 a Caja Castilla La Mancha, BBVA, Bankinter y Barclays. Pero en esta sociedad hostelera no sólo había importantes miembros del PP en la sombra. Como consejero Layosalud ha figurado Santiago Cobo Cobo, marido de la exalcaldesa de Cádiz por el PP Teófila Martínez.

La fallida joya de la corona de esta sociedad vinculada con Rato era el hotel Alba de Layos Golf Medispa, un establecimiento de lujo, con campo de golf incluido, a nueve kilómetros de Toledo construido en 2007. La investigación de Hacienda ya afloró emails de Montero Quevedo, el presunto testaferro, que mostraban su búsqueda en 2010 de inversores para este entonces agónico negocio hotelero en nombre de Rato.

El modus operandi de esta sociedad es un calco de lo que sucedió con el amplio entramado societario del exministro: sus empresas captaban créditos para aventuras inciertas y desaparecían tiempo después sin devolverlos.

La mayoría de las empresas que integraban el Grupo Rato cuando asumió en 1996 el ministerio de Economía y la vicepresidencia segunda del Gobierno de Aznar hoy están quebradas, se han disuelto o se han fusionado. En este agujero empresarial se perdió el rastro de las deudas que mantenían con la banca en 2000, 6,2 millones de euros sólo con el BBVA avalados por una sola garantía: “Don Rodrigo”. 

A lo largo de la segunda legislatura de Aznar, y de Rato como ministro y vicepresidente, esta cifra se incrementó con nuevos macrocréditos fallidos a sus empresas, como uno del HSBC por 3,1 millones de euros.

BBVA no sólo le concedió 6,2 millones de euros a Rato sin garantías que no fueran su nombre y apellidos; le condonó 312.000 euros de intereses o le concedió préstamos para superar impagos con un plus de 400.000 euros, operaciones ya destapadas por este diario.

En el caso de Layosalud, BBVA reincidió en financiar con 400.000 euros un negocio tan ruinoso de un discreto personaje, Miguel Ángel Montero Quevedo, que hasta su reciente detención sólo los cercanos sabían de su proximidad con el exministro de Economía de Aznar.