Investigación

Los libros del imán asesino de Ripoll: «Hay que matar a 4 millones de americanos, de ellos, un millón de niños»

«Todavía no hemos sido justos con los americanos… hay que matar a cuatro millones de americanos, y de entre ellos un millón de niños». La cita procede de uno de los libros que la Policía halló en enero de 2006, al registrar el piso de Vilanova i la Geltrú en el que entonces vivía el imán Aldelbaki Es Satty, considerado el cerebro de los atentados perpetrados este mes de agosto en Barcelona y Cambrils.

En la llamada Operación Chacal, la Audiencia Nacional desarticuló a principios de 2006 una célula  terrorista que, desde Vilanova i la Geltrú (Barcelona), había enviado a al menos cuatro yihadistas a cometer atentados suicidas en Irak.

Como ha informado OKDIARIO, en aquel momento el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty compartía piso con el presunto jefe de la célula yihadista, Mohamed Mrabet Fahsi, y con el argelino Belgacem Bellil, que asesinó a 28 personas en un atentado suicida contra la base italiana de Nasiriya (Irak).

Cuando la Policía registró el piso de la calle Lepanto de Vilanova, en el que vivían los tres, encontró una veintena de libros religiosos que ensalzan la necesidad de realizar la Yihad o Guerra Santa contra los infieles en territorios como Palestina, Chechenia, Afganistán e Irak, según consta en el sumario de la Operación Chacal.

Celebra los atentados del 11S

Uno de estos libros, titulado La realidad de las nuevas cruzadas, celebra el atentado del 11S contra las Torres Gemelas y lo presenta como «un castigo merecido por los muertos iraquíes y la agresión al pueblo palestino. El texto justifica la matanza de infieles americanos y de los musulmanes que colaboren con estos infieles», según consta en un auto dictado el 23 de octubre de 2007 por el juez Baltasar Garzón.

La biblioteca hallada por la Policía en el piso de la calle Lepanto, en el que entonces vivía el imán de Ripoll, incluye otro volumen, titulado El eslabón de los deberes de la preparación, que «glorifica a los mártires que se sacrificaron en el atentado del 11S, por su concienciación para la recuperación de las tierras árabes perdidas».

El auto dictado por el juez Garzón en 2007 describe los documentos hallados en el registro del piso situado en la calle Lepanto de Vilanova i la Geltrú.

La Policía halló otros textos aún más agresivos, como una compilación de artículos descargados de Internet, en el que se pueden leer frases como las siguientes: «Hay que matar a cuatro millones de americanos, y de entre ellos un millón de niños, hay que expulsar el doble de esta cantidad y herir a cientos de millones más. También tenemos derecho a atacarlos con las armas químicas y bacterianas para causarles enfermedades mortales y extrañas tal como hicieron con los musulmanes».

Otro de los artículos explica que la Yihad es «luchar contra los infieles que ocupan un país musulmán como Palestina, Chechenia o Cachemira». En el registro los agentes también encontraron un Manual de  seguridad que incluye pautas de instrucción militar y recomendaciones para que los yihadistas puedan burlar la vigilancia de la Policía.

Según el análisis que realizaron los investigadores, la obra recoge medidas para utilizar identidades falsas, codificar mensajes y explica cómo comportarse en caso de ser detenido e interrogado.

Contacto con miembros de Al Qaeda

Durante el juicio de la Operación Chacal, el presunto jefe de la célula yihadista, Mohamed Mrabet Fahsi, indicó que las alusiones a la Yihad que se hacen en estas obras se refieren al camino de «perfeccionamiento interior» del buen musulmán. Y aseguró que todos estos libros habían sido abandonados en la vivienda por el argelino Belgacem Bellil, antes de viajar a Irak en noviembre de 2003 para cometer un atentado suicida.

El imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty no sólo había compartido piso con el terrorista suicida en este inmueble de la Vilanova i la Geltrú, sino que ya antes habían vivido juntos en Jaén, según declaró uno de los detenidos.

La Policía también halló, en el registro de la calle Lepanto, un escrito con indicaciones para contactar en Damasco (Siria) con la red que ayudaba a los yihadistas a entrar en Irak. la nota incluía el teléfono de un miembro de la red de Al Qaeda en Irak, Moshen Kaibar, según el sumario.

La Policía halló una veintena de libros sobre la Yihad en el piso en el que entonces vivía el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty.

La biblioteca del piso en el que vivía el imán de Ripoll también incluía varios números de una revista sobre la Yihad, editada en Pakistán, que ensalza la vida de los combatientes mujahidines en Afganistán, con imágenes en las que aparecen heridos, ensangrentados y con miembros mutilados.

La Policía también halló en el mismo inmueble tres cintas de casete, con discursos de adoctrinamiento radicales y llamamientos a realizar la Yihad contra Estados Unidos e Israel. La investigación realizada por la Audiencia Nacional determinó que la célula yihadista de Vilanova i la Geltrú (cuyo jefe compartía piso entonces con el imán de Ripoll) pertenecía Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM). Se trata de una organización salafista, a la que también se atribuyó los atentados de Casablanca, integrada en Al Qaeda.

Varios detenidos en la Operación Chacal situaron al imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, en las reuniones de la mezquita Al Furkan y del piso de la calle Lepanto, en las que se hablaba de hacer la Yihad contra los infieles. El juez Garzón dirigió el 13 de noviembre de 2007 un escrito al Servicio de Información de la Guardia Civil en el que, entre otras cuestiones, le pedía que aclarara la posible implicación de Es Satty en esta célula yihadista.

Sin embargo, en su respuesta, la Guardia Civil descartó esta sospecha sobre el que, diez años después, se ha convertido en el cerebro de los atentados de Barcelona y Cambrils. Es Satty murió finalmente cuando intentaba fabricar explosivos en el chalé de Alcanar (Tarragona), apenas 15 horas antes del atropello masivo de Las Ramblas.